domingo, abril 24, 2011

LA FARSA DE LAS PRIMARIAS

Lo más nefasto de este régimen partitocrático es su capacidad de adoptar términos impropios e introducirlos de forma hegemónica en el lenguaje habitual.
Democracia, libertad, honradez, son algunos de ellos que brillan por su ausencia.
Lo último, las elecciones primarias. Se denomina de esta manera a las que se producen entre afilados a los partidos políticos que votan a los candidatos propuestos por sus aparatos.
Sabemos que primarias son, grosso modo, las elecciones en la que los ciudadanos de EEUU eligen a los distintos candidatos de los principales partidos por separado, que luego se enfrentarán entre sí en los distintos estamentos territoriales.
Vamos a enumerar una serie de afirmaciones sobre el tema, que emplean nuestros políticos, desmontando su falacia o falsedad.
Las llaman primarias por que en teoría se “eligen los candidatos a las próximas elecciones”. Falso. Primero porque en las elecciones no se eligen candidatos, se votan listas. Sería más propio hablar de elección a quien tiene derecho en el partido a ir primero en las listas y a ordenar el resto de componentes de las mismas.
Y segundo, porque los ciudadanos no pueden elegir. Para poder elegir hay que pertenecer a un partido político. En España, actualmente solo un 3% de los ciudadanos con derecho a voto, pertenece a partidos políticos.
Zapatero, repite de manera constante, que en “el PSOE hay primarias a diferencia del dedazo del PP”, en alusión a la selección del candidato sin elecciones internas. Falso.
El único jefe de partido del PSOE que ha elegido por los afiliados en su historia es Zapatero; pero el resto lo fue con el mismo dedazo que él critica. Bien es cierto que Borrel también ganó a Almunia, pero fue victima de las maniobras del partido en beneficio de este último que finalmente fue el candidato, por supuesto, a dedo.
Además, lo único que se elige es el jefe de partido, que es el que controla la elaboración y designación de los demás componentes de las listas y su orden. ¿Se puede hablar de democrática la elección por una filiación minoritaria del jefe de partido que se encarga de nombrar a dedo al resto de jefes locales, regionales y provinciales?
“Cualquier candidato puede ser elegido”. Falso. Eso debería ser así, pero para ser candidato hace falta tener un número mínimo de avales del aparato del partido y en la práctica se intenta controlar las candidaturas, mediante negociaciones internas poco transparentes.
Hace falta ser políticamente muy valiente para plantar cara a las élites predominantes pues se tiene mas que perder si sales derrotado en el proceso que si apoyas al jefe del momento.
Hablar de primarias a estos procesos cocidos dentro de los partidos, es como blasfemar en la iglesia. Michels demostró en su obra “Los partidos políticos”, la imposibilidad de democracia interna de las organizaciones que persiguen un fin; precisamente porque para conseguirlo, devienen en burocracias, por la necesidad de conocimientos especializados. Esto lo denominó ley de hierro de la oligarquía, a la que están sometidos inexorablemente dichos partidos.
Para que las elecciones sean democráticas, lo importante no es el funcionamiento interno de los partidos, como quieren hacernos ver, sino la posibilidad de que el ciudadano pueda elegir entre candidatos individuales. Solo así y con instituciones que garanticen la división, separación y control de poderes, podremos hablar de auténtica democracia.