lunes, marzo 26, 2012

REINO DE PERDEDORES, REINO DE LA MEDIOCRIDAD


Extraño país este, donde reina la partitocracia. Aquí los perdedores de elecciones sonríen y los ganadores lloran. La única esperanza de lucha contra la corrupción, aparte de jueces-héroes, es la alternativa de poder ideológica, en lugar del control ciudadano de las instituciones.
Los gobernantes legalmente constituidos de una región, reniegan de las leyes que los instituyen y amenazan permanentemente con la secesión de España.
Los mandatarios que nos han arruinado, en vez de responder ante la justicia y sus ciudadanos, se retiran con sueldos vitalicios y forman parte de los órganos de administración de las empresas o dan conferencias a precios exorbitados.
Los bancos como empresas privadas, quiebran, pero son rescatadas con dinero público.
Los directivos de grandes empresas tienen sueldos anuales millonarios, pero deben cantidades astronómicas a la Seguridad Social y a Hacienda.
Un país donde hay diferentes estudios elementales y distintos derechos e impuestos  dependiendo del sitio de residencia.
Una sociedad que bebe de la fuente de una televisión mediocre, que basa su programación exclusivamente en el ranking de audiencia, ofreciendo sexo, violencia y morbo, rasando los conocimientos culturales a la baja.
La formación de los escolares está entre las últimas de los países europeos con las peores tasas de fracaso escolar.
La inversión en investigación y desarrollo (I+D) es de los porcentajes más bajos de los países de nuestro entorno.
La emigración se produce entre la capa de población con mas formación y estudios.
En un país así, no es extraño que nos gobiernen lo perdedores.
Gobierno de perdedores equivale a política mediocre, cerrando así el círculo vicioso que nos lleva irremediablemente a la quiebra económica y al fracaso social, del que solo saldremos cuando acabemos con este sistema electoral del mundo al revés, donde nada es lo que parece.