
De manera similar, el desfalco en toda regla de la CCM, con un agujero de 3.000 millones de Euros, se convierte por arte de birlibirloque en un “simple problema puntual de liquidez”, según manifestaciones del Ministro de economía, señor Solbes.
En esta crónica de una intervención anunciada en la que existe una gestión desastrosa y delictiva con reaparto de préstamos a sociedades y proyectos previsiblemente ruinosos como el aeropuerto de Ciudad Real (con una población de apenas 50.000 habitantes) y la estación turística El Reino de Don Quijote, adyacente al aeropuerto, se concatenan los siguientes hechos:
El Banco de España interviene la entidad aportando 9।000 millones de euros, es decir tres veces más que el agujero existente
El director de la entidad y la junta directiva dimiten ( no son destituidos, sino dimiten) manifestando a los clientes que tengan confianza en la caja pues “está en buenas manos”
El presidente de Castilla la Mancha, señor Barreda, valora positivamente las garantías del Banco de España y manifiesta la gestión transparente que se ha realizado en la entidad। Hay que recordar que las Cajas de ahorros son en la práctica herramientas financieras de los partidos que gobiernan las CCAA
El gobierno niega que haya agujero, manifiesta que “la solvencia de la entidad está garantizada” y que la CCM representa un 1% del tejido financiero nacional। “podemos seguir sacando pecho”।
Y aquí paz y después gloria. La barita mágica del Banco de España tapa el agujero a costa del contribuyente y todo el mundo ha actuado de manera impoluta.
¿Por qué se interviene, entonces, la entidad aportando esa cantidad astronómica?
Si se aporta el dinero necesario para seguir garantizando todos los ahorros, ¿quien se ha llevado lo que falta?
Y si nadie se ha llevado nada, ¿Qué desastrosas inversiones o que estudios se han realizado de proyectos que justifiquen y expliquen tamaño desfalco?
Recordemos que Mario Conde nunca dijo donde estaba el dinero. Fue a la cárcel porque tenía las llaves de la caja y por lo tanto responsabilidad sobre su paradero.
Mucho se ha escrito en esta bitácora de la impostura de este régimen oligárquico de poder donde se hace y deshace sin contar para nada con el ciudadano. Pero la insolencia ya llega a unos extremos que nos toman por retrasados mentales sin el menor pudor.
Como el Quijote cuestionaba la evidencia achacándola a cosas de encantamiento, Sancho Panza quiso hacerle pasar a su idealizada y principesca Dulcinea por una campesina montada a borrico, para no desengañar a su amo.
Los políticos deben pensar, sin duda que todos somos Don Quijote.