La prensa oficial se ha lanzado en dos direcciones: divulgación de que el voto es una obligación cívica, asociando el derecho a la abstención con posiciones radicales o violentas (ETA), para evitar la abstención y la celebración de dos debates pactados entre los jefes de los dos partidos mayoritarios, para hacernos creer que estamos inmersos en unas elecciones presidenciales, cuando son legislativas.
No se el numero de veces que repitió el pétreo moderador, que el debate se celebraba entre los dos candidatos “a presidente del gobierno”. Incluso llegó a pedir permiso para llamar al presidente actual, simplemente “candidato a presidente”, cosa que aceptó deportivamente el aludido.
En realidad, como sabe hasta el más ignaro en política, a Zapatero o a Rajoy solo los pueden votar, junto a los de su lista, los ciudadanos de Madrid.
De los 180 minutos que duraron los dos debates, apenas hubo unas cuantas propuestas, todas en forma de donaciones, exenciones fiscales y promesas demagógicas para cautivar el voto indeciso, de aquellos que no pueden o no quieren ver que si votan, refrendarán una lista de partido que caso de resultar ganador, tendrá carta libre para hacer las leyes, ejecutarlas y elegir la cúpula de los que van a juzgarlas.
Por supuesto ninguno de los dos “candidatos” confesó las medidas que adoptaran en beneficio de los nacionalismos periféricos, que realizarán si es necesario, sin venir en su programa.
El dinero gastado en propaganda por los partidos (vayas, carteles y actos públicos), asciende a 50 millones de euros. Estos serán devueltos por las arcas del Estado según votos y escaños cosechados en las elecciones. El dinero es adelantado a los partidos mayoritarios, por la banca del régimen que no aporta ni un euro a los partidos de nueva creación o que quieran irrumpir en el pastel oligárquico, como UPyD de Rosa Diez.
De esa manera el Estado se blinda en los grandes partidos sin posibilidad alguna para quien quiera intentar realizar reforma desde dentro.
El ciudadano se ve a sí cautivo de conciencia, entre el dilema de abstenerse o dar su voto para castigar al oligarca de turno, sin percatarse que en las próximas elecciones tendrá que repetir la maniobra con los mismos resultados.
Solo una abstención con conciencia auténticamente libre, adquirida por el firme convencimiento que es la única opción que de verdad arruina las esperanzas de futuro de este régimen corrupto y demagógico, donde una persona de salud mental normal, no puede seguir esta campaña a punto de llegar a su clímax.
2 comentarios:
Querido Quijano, ¿por que no enlazas tu blog al anillo y metemos el feed en el iArgos del foro digitalwarrier.es?
un abrazo
Hola Carlos, me das una gran alegría, pues te hice una pregunta en tu blog y no me respondiste.
¿Me puedes explicar que es el "Argos del foro digitalwarrier.es" y como se enlaza al anillo?
Saludos
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