jueves, mayo 19, 2011

LA REVOLUCIÓN DE TODOS

Después de muchos años participando en la lucha contra esta partitocracia en Internet, el único sitio donde todavía prevalece la libertad de pensamiento, de intentar aglutinar la acción en torno a movimientos ciudadanos de diversa índole (MCRC, ALCD, CIUDEM, Plataforma de las Clases Medias, Coordinadora Ciudadana) y de lamentar nuestra incapacidad para movilizar la parte de la sociedad descontenta de este régimen, donde no hay libertad política, ni división de poderes, ni control del poder, hay que congratularse y admirarse que un grupo de jóvenes lo hayan conseguido con las modernas y simples herramientas de redes sociales.
A los amantes de la libertad, se nos debe quedar cara de tonto al comprobar lo sencillo que resulta movilizar el descontento, después de tantos años intentándolo infructuosamente.
Que nadie se confunda; 7000 personas en la Puerta del Sol, con el firme propósito de resistir contra el Estado, es una parte muy importante de nuestra sociedad. No son 7000 contra 34 millones, como he oído en un programa televisivo.
Lo que es un hecho incuestionable es que la movilización está descolocando a los partidos políticos y nadie se aclara a quien beneficia. También está claro que no se trata de un movimiento exclusivamente de izquierdas, pues es socialmente heterogéneo.
Sin duda yo comparto muchas de las reivindicaciones de los manifestantes, algunos entrevistados en directo, que cargan contra la actual partitocracia; no me siento representado por los políticos, no existe un auténtico control del estado contra los grandes poderes financieros y no hay democracia real.
Pero oyendo a los portavoces, se ve claramente dentro de su ingenuidad juvenil, que son como el enfermo profano, que en su padecimiento sabe explicar sus dolencias, pero desconoce su causa y el tratamiento adecuado.
Bastaría que dentro de la organización se erigiese un portavoz que reclamase la democracia como solución, con cuatro simples puntos:

    o Votar candidaturas nominales en vez de listas de partidos

    o Separación de elecciones para elegir al presidente del gobierno, por un lado y a los representantes del parlamento, por otra.

    o Organizaciones judiciales independientes de los anteriores.

    o Establecer un mecanismo de revocación para los elegidos, con control ciudadano permanente.

Con esta simple prescripción, que toda persona libre de verdad debe compartir, desaparecerían casi todas las reivindicaciones reclamadas.
Si lográramos introducir esta proclama, se impulsaría de tal manera la movilización que esta sería imparable y llevaría a España, al fin, a la democracia y a la libertad.
Siento con ansiedad, como estamos perdiendo una oportunidad irrepetible por la vanidad de los líderes de las distintas plataformas que desacreditan las concentraciones por que no defienden sus principios, cuando en realidad los convocados no defienden nada y eso deviene en una revolución mutilada y condenada al fracaso.
Todavía estamos a tiempo para ir pasando octavillas con esos cuatro puntos y reactivar este movimiento. Esta puede ser una gran oportunidad para unir fuerzas y dar a conocer nuestras propuestas de auténtica democracia y para obtener la libertad política. No la desaprovechemos.

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