viernes, diciembre 04, 2009

FALACIA DE LEY

Uno de los principios que mas predicamento tiene en este régimen de poder, es el supuesto carácter esotérico de la ley. Esta solo pueden elaborarla e interpretarla los abogados, como doctos en la materia y todos los demás debemos atenernos a dicha hermenéutica, necesaria para garantizar la seguridad jurídica.
Esto, evidentemente, esconde una gran falacia. Primero porque la ley debe ser una norma de convivencia, un pacto entre iguales para garantizar la integridad pacífica de la sociedad. En una democracia auténtica, organizada por sus ciudadanos que son los que deciden que leyes quieren y como las desarrollan a través de sus representantes, aquellas tienen que ser necesariamente
de clara redacción e interpretación, para cualquiera que sepa leer y escribir.
En segundo lugar, porque cuando no ocurre lo antedicho, es cuando los textos legales devienen ininteligibles, contradictorios y sujetos a diferentes interpretaciones. La norma, al no ser producto de un acuerdo, no se cumple, que es lo que ocurre con las leyes en este país. No son “nuestras leyes”. Son “las leyes”.
Y en tercer lugar es la aceptación de ese carácter corporativista de la ley y la exclusión interpretativa del resto de ciudadanos, la que produce la interpretación interesada de la misma, su aplicación oportunista de acuerdo a las circunstancias políticas, consolidando así, la arbitrariedad del poder y por tanto fulminando la seguridad jurídica.
Esto significa excluir al ciudadano de la ley. Y por tanto, excluirlo de la herramienta fundamental para cimentar la vida política y social, que es la base de la democracia. Es el suelo en el que se sustenta la integridad moral de la sociedad civil.
En este régimen donde no hay separación de poderes en origen, donde el partido que manda en el parlamento, solo o en coalición, gobierna y elige a los jueces, la ley se convierte en el arma arbitraria que elabora, guarda y usa a voluntad con el único control de la opinión pública fabricada por unos medios de comunicación subvencionados y condicionados por peligrar su propia subsistencia. Este es el principio de la corrupción moral del régimen, que es la madre de todas las corrupciones.
Esto explica que se puedan elaborar leyes claramente inconstitucionales, que puedan entrar en vigor sin ningún control, ni obligación de cumplimiento y que se puedan interpretar a voluntad, de acuerdo con lo que va aconteciendo.
No son nuevas las presiones a las que se está sometiendo al Tribunal Constitucional por el tema del Estatuto catalán; ya ocurrieron en otros períodos de la historia reciente. Fue sonado el caso en el año 1983 por la injusta expropiación de la empresa Rumasa, del jerezano José Mª Ruiz Mateos. El, a la sazón, presidente del tribunal Manuel García-Pelayo, que deshizo el empate por su voto de calidad, se retiró y murió de remordimientos de conciencia por dicha decisión.
Cuando la ley no parte de abajo arriba, sino al revés; cuando no existe representación ni representatividad políticas, sino listas cerradas de partidos; cuando no hay separación de poderes, sino separación de funciones administrativas del mismo poder; cuando no existe libertad de pensamiento, sino unanimidad de editoriales de la prensa subvencionada, es imposible que existan leyes justas, ni garantías jurisdiccionales, ni seguridad jurídica.
Ahí se dibuja el declive de la sociedad civil y la exaltación de la clase política soberana.
Aún estamos a tiempo para evitarlo. Todavía nos queda este espacio de libertad. No lo desaprovechemos.

martes, noviembre 17, 2009

CONSENSO SOBERANO

Cuando era un adolescente, con Franco todavía presente, había un cura en mi pueblo adoptivo (Tuéjar), que se llamaba D. Samuel, con el que realizábamos actividades culturales. Como entonces ya se hablaba de democracia y él era el director de las actividades, cuando se llegaba a alguna decisión que debiera satisfacer a todos, pronunciaba siempre las mismas palabras: democracia popular. Entonces decidíamos a mano alzada la propuesta que representaba la mayoría.
De esa manera aprendí la regla consustancial de la democracia, la regla de la mayoría.
Los que habían optado por la elección perdedora, aceptaban como suya la propuesta mayoritaria sin rechistar.
En este régimen de poder, las decisiones se eligen por consenso. Es decir, no basta con la decisión del partido mayoritario, sino que necesita la aquiescencia de todos los demás.
Para que haya consenso hace falta que el poder esté en pocas manos (oligocracia), para que sea mas fácil el acuerdo.
Si se entiende la política como la lucha por el poder mediante medios legítimos y democracia como la acción política que se dirime por la sacrosanta regla de la mayoría, el consenso al ser un acuerdo, desvirtúa la representación, constituye un fraude a los electores y niega la propia esencia de la democracia, así como la propia acción política.
El consenso está asentado en la bajeza y felonía morales, pues esos acuerdos suponen, en no pocas ocasiones, la renuncia de los principios y convicciones propias (posibilismo). Así ocurrió en el pacto de la transición cuando comunistas y socialistas renunciaron a su pasado republicano y revolucionario para ingresar en la monarquía capitalista de los partidos.
Es la inseguridad del gobernante ante el poder total, por falta de controles, la que exige el acuerdo unánime y por tanto, es la base de los principios políticos en los que se basa este régimen: relativización e incumplimiento de las leyes, razón de estado y corrupción institucional, moral y económica.
Si soberanía se entiende como el poder absoluto, si soberano es el ente no ligado a ninguna ley natural y no reconocedor de nada superior a él, en este régimen la soberanía reside en el consenso y no en el pueblo, como falazmente se afirma en la Constitución de 1978.
En democracia donde no hay un poder sino varios, para que se controlen entre ellos, no es posible el consenso, sino la acción política controlada en último termino por los ciudadanos que, en uso de su libertad política, pueden elegir a sus representantes y revocarlos en su caso.
No puede haber consenso entre electores libres; sí, en el reino de los partidos sin control.

sábado, octubre 31, 2009

VICTIMAS DE LA PARTITOCRACIA

José Borrell, Manuel Pimentel, Jordi Sevilla, Pedro Sorbes, Cesar Antonio Molina, Ricardo Costa… son nombres, muchos de ellos recientes, que han sido expulsados por el régimen en el terreno de juego donde se libra la verdadera lucha por el poder.
Un juego sin árbitros y que pone y quita jugadores a su antojo, donde el arma predilecta para desahuciar al rival es su implicación en casos de corrupción, que está generalizada en este sistema nauseabundo, que nos conduce a la deriva económica, social y moral.
Dice un buen amigo mío que, lo mas seguro es que, Ricardo Costa al ser expulsado, se trate de una persona honrada. Puede ser. De hecho, de los citados de memoria al principio, no parece que hayan tenido ingresos irregulares en política y han vuelto a sus trabajos de origen. Pero el apoyo, la participación y la justificación de este régimen de poder, muestra cuanto menos indignidad y un cierto nivel de corrupción moral.
Cualquier persona decente debería declinar su participación en este lodazar, mientras no se produzcan las reformas que garanticen la implantación de la democracia formal, única forma de eliminar la corrupción e imponer un marco de participación política a todos los ciudadanos, es decir, la libertad política.
Dijo Alfonso Guerra que aquí el que se mueve no sale en la foto. Que gran verdad; si no que se lo preguntes a cualquiera de los mencionados. Todos ellos, en contra de sus ambiciones, han probado la amarga medicina de verse fuera de los círculos del poder.
En su mayoría, renuncian a su condición borreguil como parlamentarios donde deben asistir como convidados de piedra a las exigencias del jefe de partido, cuando no pueden ocupar otros cargos que sacien su pasión de poder.
Lo más doloroso para esos “sacrificados” de la partitocracia es la extinción de su derecho a la participación política. Derecho que deviene nonato en la sociedad civil. Por eso, al reintegrarse en esta, esperemos que se conciencien del valor de su pérdida y acaben reclamándola como ciudadanos, reconociendo la impostura de los partidos a los que han servido, que no funcionan democráticamente y sin embargo monopolizan la actividad política de un régimen, que curiosamente se hace llamar “democracia” y es precisamente de lo que carece.
Bienvenidos sean, al mundo de las víctimas de la partitocracia.

jueves, octubre 08, 2009

DEGENERACIÓN OLIGÁRQUICA

Cuando el PP ganó las elecciones de 1996, Aznar incumplió su promesa de “regeneración democrática” y se perdió una gran oportunidad de, por lo menos, volver al estado de 1978, torticeramente transformado en el mandato socialista de Felipe González (1982 – 1996), que suprimió todo rastro de independencia judicial, elemento clave para el control del poder.
Con la derrota electoral del PSOE, Aznar consideró depuradas las responsabilidades políticas y penales de una etapa socialista plagada de corrupción y crímenes de estado, en lo que fue conocido como “pacto de silencio”. Decidió “pasar página”, con la errónea creencia que una vez amarrado al poder, nunca lo perdería si gobernaba con honradez, habiendo visto lo sucedido.
El poder judicial, a la sazón ya totalmente politizado, actuó por venganza de un Garzón despechado al no haber satisfecho sus ambiciones políticas, pero no pudo o no quiso llegar hasta el final y solo puso una interrogante “X” aureolando al presidente saliente.
Las consecuencias no han podido ser peores para Aznar, para su partido y para el régimen. Como un tragicómico boomerang, el que lo tiró recibe en plena cara la implicación de su familia y su partido en una trama corrupta análoga a la de antaño, cuyas consecuencias políticas lo impulsaron al poder.

Así las cosas, la sociedad civil se pregunta a quien votar, dada la corrupción que asola a la clase política y al desastre económico, junto a la patente incapacidad del gobierno actual para combatirlo. Un gobierno que ya no convence ni a sus aliados parlamentarios, que son las minorías nacionalistas periféricas que tienen los pocos escaños que le faltan para la mayoría absoluta y que venderán cara su participación en este aquelarre de gasto y desfalco del Estado.

La única solución es darle jaque mate definitivo a esta oligarquía de políticos corruptos mediante la acción ciudadana, reivindicando el presidencialismo democrático para que se pueda gobernar sin presiones y la libre elección de los representantes de distrito por voto mayoritario. Estas medidas, junto a la instauración de un poder judicial independiente de los políticos, son las que acabarán con la corrupción, primero, con los conatos independentistas, después y pondrán las condiciones para el noble ejercicio de un gobierno que actúe con el respaldo de la mayoría de la nación española.

lunes, septiembre 14, 2009

SOLUCIÓN NEFASTA

La solución ideada por los ideólogos de esta partitocracia en la transición, para hacer frente a los nacionalismos regionales de España y puesta en marcha como el “Estado de las Autonomías”, ha devenido nefasta y está provocando poco a poco, pasito a pasito, justo lo que se intentaba evitar, la desintegración de España.
La inmersión lingüística, la deformación histórica y el adoctrinamiento como principales herramientas de los oligarcas nacionalistas regionales, está degradando la convivencia de la población en estos territorios y ganando adeptos en la población joven que es más vulnerable a la manipulación intelectual.
El reciente referéndum cuya celebración se ha permitido en Arenys de Munt, primero de una serie de ellos producto de una estrategia perfectamente planificada, pone sobre la mesa las mismas conclusiones que ya acontecieron con el Estatut:
1. Que el pueblo de Cataluña, tengo que recordar que en este se incluyen también los no catalanistas, pasa olímpicamente de las majaderas ocurrencias de los partidos políticos, como queda acreditado con la presencia de lo trabajadores en la díada, con pancartas de “mas trabajo y menos estatut”:

2. Que no es legítima ninguna consulta cuya participación no alcanza la mayoría de los ciudadanos.
3. Que para lo único que valen estas consultas es para la exhibición nacionalista, con vistas a socavar el ánimo del resto de españoles.
4. Que la falta de autoridad de un gobierno que permite textos de estatutos que van contra la letra de la constitución o celebración de referéndum que son de su exclusiva competencia, permite ese exhibicionismo en detrimento al resto de la población, que con su abstención deslegitima la consulta.
Ya hemos comentado en esta bitácora la falacia en la que se apoya el presunto derecho de autodeterminación. La nación no son los habitantes censados, con derecho a voto en un momento dado. A la nación pertenecen las generaciones pretéritas, presentes y futuras y estos asuntos no dependen de la voluntad individual actual. Como tampoco pueden la mayoría de hermanos negar su paternidad o lugar de nacimiento.
Cataluña y Euskadi nunca han sido naciones ni se planteó dicho supuesto hasta los albores del siglo XX, consecuencia de los desastres del 98. Es a partir de ahí cuando catalanes y vascos nacionalistas, tienen que empezar a buscar sus símbolos y no en épocas anteriores. Ni hay que retrotraerse al reino de Aragón, ni a las guerras carlistas ni a la de sucesión de 1702; líderes como Zumalacárregui o Casanova, no luchaban por otra cosa sino por la patria española.
Por supuesto que hay que respetar los que defienden el derecho a una Cataluña y Euskadi, independientes. Pero a la reciproca, también estos deben respetar la opinión y los derechos de sus paisanos que reconocen esos territorios pertenecientes a España, que están además apoyados razonablemente por el devenir histórico y por la existencia, de hecho y de derecho, de una nación española.
Estamos asistiendo a un intento de imposición de una ideología nacionalista inmersa en unos partidos que no se constituyeron en la sociedad civil como producto de un periodo constituyente, consustancial con todo proceso democrático. Los partidos fueron impuestos en el pacto de la transición y por tanto, ni nacieron de los ciudadanos ni los representan.
La solución a este problema no es imponer el nacionalismo español, como se vislumbra por la presencia de falangistas en el referéndum o por la única propuesta de la oposición del PP a estas situaciones, sino la organización de la sociedad civil para ejercer su libertad política y poder elegir a sus representantes en el Parlamento y al Presidente de la nación española. Con la descentralización del poder en los municipios y la creación de distritos para elegir representantes, no harán falta las comunidades autónomas.
Los ignorantes políticos que votaron sí en Arenys de Munt, no se dan cuenta que lo único que están haciendo es manifestar su consentimiento a cambiar de amo dentro de su servidumbre a los políticos.
Donde exista la libertad política no hará falta el adoctrinamiento y sentimiento nacionalistas. Ni el español, ni el catalán, vasco o gallego.

viernes, agosto 21, 2009

ESTADO DE HIPOCRESÍA

Pocos acontecimientos de la actualidad política me mueven a comentarlos sin temor a ser repetitivo o pesado con respecto a lo ya dicho en esta bitácora.
La falta de separación de poderes, la imposibilidad de elegir nuestro presidente de la Nación, la justificación y convivencia con la corrupción como el que vive con las cucarachas o las ratas por dejadez acomodaticia, son hechos evidentes que los medios de comunicación y opinión no son capaces de explicar en sus causas radicales.
Nada tan elocuente y clarificador de todo esto como las confesiones de uno de los personajes más preclaros de esta oligarquía de partidos que detenta la libertad política que nos corresponde por ley natural a los ciudadanos. Nada menos que el presidente del Congreso de Diputados, José Bono.
Después de confesar con su sinceridad habitual, su postura contraria a la oficial de su partido, ante el aborto libre de menores de edad, dice que no se plantea apelar al voto de conciencia, “porque tal y como está planteado, los diputados debemos el escaño al partido que nos presenta las listas cerradas y bloqueadas, y no me planteo la posibilidad de la indisciplina.” (Sic).
El presidente del Congreso además de desenmascararse públicamente en una muestra de hipocresía en estado puro, demuestra su desconocimiento de la Constitución vigente, siendo su sumo guardián y cobrando su sueldo para preservarla y hacerla cumplir.
La constitución en su art.67.2 dice que los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo.
Decía Arendt, que la hipocresía es peor que la mentira o el fingimiento. El actor, por ejemplo, representa su papel en el escenario y vuelve a su personalidad cuando baja de este. Su conciencia distingue perfectamente entre su ser como actor y su ser como individuo normal. El problema del hipócrita es que no solo intenta actuar para que le crea el público si no que también se intenta engañar a sí mismo, para creerse su papel y anular así su conciencia. La mentira o fingimiento es fácil de descubrir. La hipocresía no.
Cuando habitualmente se dice que Zapatero (ejemplo de hombre político en esta partitocracia) es un excelente actor, yo añadiría más. Un excelente hipócrita, ni más ni menos que Bono, ni más ni menos que cualquier político que se precie en este régimen de poder.
Porque es mentira, como se dice desde dentro, que aquí el ciudadano se dedique a la política para defender sus ideas. Es el político el que se tiene que adaptar a las ideas preponderantes en el partido si quiere acoplarse y medrar en la vida política.
El papel de la hipocresía en este Estado de partidos es consustancial con el “actor” político. Es el arma fundamental para hacer descansar a su conciencia.
Cuando se alza el telón de la política, se descubre el Estado de hipocresía.

jueves, junio 11, 2009

REPRESENTACIÓN = RESPONSABILIDAD

La representación política debe ser equivalente a la responsabilidad.

Al igual que un abogado con poderes nos gestiona los asuntos jurídicos y responde ante nosotros por sus acciones, el representante político tiene que responsabilizarse de sus acciones ante los electores de su distrito. Para que esto sea posible orgánicamente, tiene que haber un solo representante elegido por voto mayoritario a doble vuelta.
Para determinar la responsabilidad a la que me refiero, tiene que haber una correspondencia biunívoca entre responsabilidad del electo y su gestión política para el territorio en cuestión (distrito).
De esa manera la responsabilidad de cara a los electores quedaría clara para su elección, renovación o revocación.
Y para que se de esa relación, las candidaturas tienen que ser uninominales, pues si son varios los elegidos, no existe esa relación y por tanto no se puede exigir esa responsabilidad institucional.
Esto es lo que ocurre en la partitocracia actual, pues son varios los diputados por distritos elegidos por voto proporcional, con distintos programas. No es menos cierto que los programas no se cumplen, sino que, al tratarse de varios, los ciudadanos no pueden ni tan siquiera fijar sus objetivos.
Muchos integrantes de las listas electorales son encasillados en estas, como se hacía en el caciquismo (de ahí viene e termino cuneros), en la posición calculada según la tendencia de votos, para garantizarse la plaza en las Cortes.
No hace falta que vivan ni tan siquiera que sean conocidos en el distrito electoral, pues no van a responder ni ha responsabilizarse ante sus electores. Están sometidos a disciplina de partido y por tanto solo responden ante estos, de sus acciones.
Los ingenuos ciudadanos que votan esta tomadura de pelo, luego se preguntan como es posible que candidatos acusados de graves delitos, como crímenes o corrupción, puedan volver a salir elegidos, incluso incrementando sus resultados anteriores.
No se dan cuenta que es la falta de libertad de poder elegir o deponer a los elegidos corruptos o criminales, lo que propicia esta aparente incoherencia.
Al ser varios elegidos por distrito, pertenecientes a distintos partidos, ¿a quien se pide la responsabilidad por la gestión o por las promesas electorales no realizadas? ¿Qué mecanismos tiene el ciudadano para corregir estas ineficacias políticas?
Solamente le queda votar en contra de su conciencia ideológica, viendo con impotencia como reproducen las mismas pautas y actitudes, propias de la partitocracia.
Sería muy diferente si los electores pudiesen elegir a distintas personas, dentro de las mismas tendencias ideológicas. Esto último se podría hacer, en parte, con las listas abiertas, pero no estaría garantizado el principio de responsabilidad.

En la democracia representativa, es fundamental la elección unipersonal tanto del representante de distrito, como del Jefe de Gobierno.

Este mecanismo garantiza, por si mismo, la proximidad y el conocimiento integro del candidato por el elector y que este pueda evaluar y calibrar su acción política actuando en consecuencia. Y elimina de un plumazo todas las reminiscencias caciquiles de este régimen que padecemos, acerca el político al ciudadano, clarifica los fines de aquel y garantiza la representatividad de la sociedad civil en la política mediante la suma de todos los representantes de los distritos en el Parlamento nacional.
También elimina las malas prácticas de este régimen y hace estériles las propuestas de reforma de la ley para corregirlas. Al tener que defender única y exclusivamente los intereses de sus electores, se acaban los traidores de la disciplina de partido (“tránsfugas”) y las coaliciones postelectorales para quitar el gobierno a las mayorías.
Con la responsabilidad como equivalencia de la representación, emerge la claridad, el sentido de la acción política y da al sistema eficacia y eficiencia; todo cuadra, como diría un castizo.
Esta es la única modificación de la ley electoral que un ciudadano libre, puede reivindicar. Todo lo demás (prohibición de coaliciones, porcentajes mínimos de votos, listas abiertas, etc.) es marear “la perdiz oligárquica” para que en el coto sigan cazando los de siempre.
A las pruebas me remito.

viernes, junio 05, 2009

ÉXTASIS SERVIL

En esta bitácora se ha explicado lo que es la servidumbre voluntaria, consecuencia biológica del ser humano y de su necesidad natural de liderazgo.
Los grupos humanos tienden a la acción y orientación de acuerdo a las instrucciones de un líder. Esta estructura jerárquica se repite en todas las estructuras políticas, religiosas, laborales, económicas e incluso sociales. Hasta en los eventos de relaciones de amistad necesitamos que alguien “lleve la batuta”.
En el terreno político, a lo largo de la historia se han dado todos los tipos de liderazgo, según el régimen dado.
La base de la libertad política, consiste primero en liberar la conciencia de esa servidumbre natural por la cual aceptamos cualquier mandatario, sea un dictador como Franco o al Rey elegido por este o cualquier presidente de esta partitocracia. Ya se ha comentado aquí también que la elección del actual presidente del gobierno no la realizan los ciudadanos, sino los parlamentarios elegidos en listas cerradas elaboradas en los despachos de los partidos políticos.
Una vez liberada la conciencia se ve con absoluta claridad la necesidad natural de los pueblos a organizar su estado y gobierno como ellos quieran (libertad constituyente) y la necesidad de poder elegir y deponer libremente a sus gobernantes (libertad política).
Donde no existe esa libertad, no es casualidad que haya mandatarios que afirmen enterarse de los crímenes de estado por la prensa, que se alíen con los promotores de una guerra internacional de espaldas a sus ciudadanos o que nieguen una crisis económica de caballo de carácter estructural, retrasando y errando las medidas para su solución.
Los orgasmos democráticos del Sr. Zerolo o la conjunción planetaria de líderes a ambos lados del atlántico de la Sra. Pajín, son un buen ejemplo del tipo de gente que rodea a los dirigentes de este régimen.
El problema no es la vergüenza ajena que produce este éxtasis servil, sino que los ciudadanos de la sociedad civil, bendigan con su voto a esta caterva de inútiles, babosos e ignorantes, cerrando así el circulo de la servidumbre.

miércoles, abril 15, 2009

CAUDILLISMO

Manuel Chaves ha permanecido 19 años al frente de la Junta de Andalucía. Fue nombrado en su día por el oligarca mayor Felipe Gonzalez, para cargarse a Pepote Rodriguez de la Borbolla, que le había salido respondón.
Ha salido dejando una región inmersa en el servilismo político, corrupción e improductividad. También ha dejado una cohorte de parientes de diverso grado de consanguinidad, colocados en un ejercicio del más clamoroso nepotismo que se recuerda en este triste régimen.
Sus modales de caudillo, no se han hecho esperar. Al día siguiente de la adquisición de su nueva responsabilidad apareció de asueto playero. Tubo que ser modificada su agenda para tenerlo ocupado. Posteriormente, no ha acudido al Senado a responder a preguntas sobre lo que se supone que es su nuevo cometido, el modelo de financiación autonómica.
Antes de venirse de Andalucía ha dejado todo atado y bien atado, como manda el catecismo caudillista. Si él quiere, el también felipista, José Antonio Griñán será el eterno gerifalte de Andalucía hasta que caiga en desgracia de los jefes de partido o sea llamado para superiores empresas.
Creo que esto es una muestra diáfana de que en cuestiones de poder, el ciudadano pinta una moña.
Naturalmente, en la parla partitocrática, esto se traducirá como “la voluntad popular” en el “ejercicio de elección democrática”, lo que no es otra cosa que la imposición en las listas de partido del personaje en cuestión. Como su predecesor, éste no tendrá ninguna responsabilidad por su gestión de cara a los ciudadanos y podrá ejercer el poder omnímodo e incontrolado que soñó todo dictador. Solo falta que Dios les de salud para disfrutarlo y a nosotros paciencia para soportarlo.

lunes, marzo 30, 2009

EL DESFALCO DE LA MANCHA

Cuenta Cervantes en Don Quijote de la Mancha, que el pobre, no solo desvirtuaba la realidad por su idealismo caballeresco, confundiendo molinos con gigantes, sino que también asumía sus estrepitosos y vergonzantes fracasos asociándolos a “cosas de encantamiento”.
De manera similar, el desfalco en toda regla de la CCM, con un agujero de 3.000 millones de Euros, se convierte por arte de birlibirloque en un “simple problema puntual de liquidez”, según manifestaciones del Ministro de economía, señor Solbes.
En esta crónica de una intervención anunciada en la que existe una gestión desastrosa y delictiva con reaparto de préstamos a sociedades y proyectos previsiblemente ruinosos como el aeropuerto de Ciudad Real (con una población de apenas 50.000 habitantes) y la estación turística El Reino de Don Quijote, adyacente al aeropuerto, se concatenan los siguientes hechos:
El Banco de España interviene la entidad aportando 9।000 millones de euros, es decir tres veces más que el agujero existente
El director de la entidad y la junta directiva dimiten ( no son destituidos, sino dimiten) manifestando a los clientes que tengan confianza en la caja pues “está en buenas manos”
El presidente de Castilla la Mancha, señor Barreda, valora positivamente las garantías del Banco de España y manifiesta la gestión transparente que se ha realizado en la entidad। Hay que recordar que las Cajas de ahorros son en la práctica herramientas financieras de los partidos que gobiernan las CCAA
El gobierno niega que haya agujero, manifiesta que “la solvencia de la entidad está garantizada” y que la CCM representa un 1% del tejido financiero nacional। “podemos seguir sacando pecho”।
Y aquí paz y después gloria. La barita mágica del Banco de España tapa el agujero a costa del contribuyente y todo el mundo ha actuado de manera impoluta.
¿Por qué se interviene, entonces, la entidad aportando esa cantidad astronómica?
Si se aporta el dinero necesario para seguir garantizando todos los ahorros, ¿quien se ha llevado lo que falta?
Y si nadie se ha llevado nada, ¿Qué desastrosas inversiones o que estudios se han realizado de proyectos que justifiquen y expliquen tamaño desfalco?
Recordemos que Mario Conde nunca dijo donde estaba el dinero. Fue a la cárcel porque tenía las llaves de la caja y por lo tanto responsabilidad sobre su paradero.
Mucho se ha escrito en esta bitácora de la impostura de este régimen oligárquico de poder donde se hace y deshace sin contar para nada con el ciudadano. Pero la insolencia ya llega a unos extremos que nos toman por retrasados mentales sin el menor pudor.
Como el Quijote cuestionaba la evidencia achacándola a cosas de encantamiento, Sancho Panza quiso hacerle pasar a su idealizada y principesca Dulcinea por una campesina montada a borrico, para no desengañar a su amo.
Los políticos deben pensar, sin duda que todos somos Don Quijote.

jueves, marzo 19, 2009

NI TRAJES, NI AGUA PARA TODOS

Esta partitocracia se ha convertido en un caos laberíntico de difícil salida.
Corrupción galopante, con el objetivo de conseguir el pelotazo vitalicio; falta de un modelo educativo común para toda la nación; marginación de la investigación y de la promoción empresarial; cultura promotora de la igualdad intelectual que fomenta la mediocridad general, en detrimento de la excelencia que promueva a los emprendedores; destrucción del tejido productivo nacional; medidas económicas demagógicas, destinadas al voto cautivo y que endeudan al estado para varias generaciones.
Es a lo que nos tienen sometidos toda esta casta política que domina sin control, recalifica terrenos para sustraer las plusvalías, defrauda a hacienda, oculta dinero negro en colchones y paraísos fiscales, obtiene gratis viajes, coches, comidas y trajes de lujo, sin que la sociedad civil pueda hacer nada para evitarlo ni subsanarlo.
Todo ello está agravado por este auténtico Reino de Taifas compuesto por 17 caciques regionales, llamados “barones”, infinidad de consejeros, parlamentarios y altos cargos con su flota de coches de lujo; y además con capacidad de decidir sobre asuntos como las materias y la lengua de educación o .el curso natural de los recursos energéticos o hídricos que son de todo el país, como se ha demostrado con el estatuto que proyecta Castilla la Mancha que decide sobre un trasvase que afecta a la economía del resto del país.
En resolución, un Estado en descomposición, con un presidente que no lo es de todos los españoles, pues solo lo han podido votar en la provincia de Madrid, y que su única función es contentar a los barones repartiendo arbitrariamente nuestros impuestos y el poder para decidir dentro de su feudo.
Los ciudadanos solo se movilizan dirigidos por los políticos, solo deciden sobre lo que ofrecen lo políticos, solo eligen sobre lo quieren los políticos al elaborar sus listas.
Como hiciera Ariadna, en contra de su padre, el rey Minos,, que tejió un hilo para sacar a Teseo del laberinto de Creta, solo hilando nuestra libertad política podremos los ciudadanos salir de esta pesadilla y poder alcanzar la verdadera democracia, en contra de los oligarcas.

jueves, febrero 19, 2009

LA RAZÓN DE LA CORRUPCIÓN

Mucho se ha hablado de la corrupción en esta bitácora. La actual situación no difiere ni cuantitativamente ni cualitativamente de las anteriores. Desde hoy, aquí, podrán seguir, cronológicamente, las tramas de corrupción de este desdichado país.
Como esta es generalizada y propia de este régimen de poder, el diario no incluye datos históricos de hace 30 años. No hace falta. Solo se comentan los casos de fechas, desde que, aproximadamente, apareció esta bitácora.
De momento expondré los casos escuetos en el flanco derecho de la bitácora hasta que encuentre otro medio más accesible para el sufrido lector que tiene la paciencia de seguirme.
Simplemente comentar que la corrupción en este país es generalizada y afecta por igual a los partidos que detentan el poder.
La causa está en la falta de controles democráticos debido a la anulación de los ciudadanos de la actividad política, que se genera en la oscura trastienda de los partidos políticos. A aquellos solo se les permite votar cada cuatro años unas listas elaboradas en estas.
Cuando Aznar se vio ganador de las elecciones en el año 1996, habiendo prometido regeneración democrática, sentenció que había que pasar página y que el PSOE había pagado con la pérdida del poder. Hoy su partido está probando la misma amarga medicina.
Solo la división y separación de poderes y la elección de representantes responsables de distrito mediante voto mayoritario, puede acabar con esta caterva política irresponsable y chulesca que nos tiene atenazados y dominados, cuando debería ser todo lo contrario.
Hace falta que nos movilicemos cuanto antes. Es necesario dar la vuelta a la tortilla y conseguir que nosotros, ciudadanos controlemos y mandemos a los políticos. Así se acabará la corrupción.

domingo, febrero 15, 2009

CONCEJO ABIERTO, JAQUE A LA PARTITOCRACIA

Ayer tuve el privilegio de asistir a una de las manifestaciones más emocionantes que recuerdo.
Su espontaneidad, su multitudinaria asistencia, su colorido escenario y sus amenos y variados intervinientes, hacen que sintamos un soplo fresco de esperanza los que creemos en la libertad política de los ciudadanos.
Además de
Enrique de Diego, presidente de la plataforma, intervinieron Javier Benegas y el catedrático valenciano de análisis económico, Jose Manuel Blanco. Todos rayaron a gran altura, claros, concisos, contundentes.
La intervención del venezolano Williams Cárdenas Rubio, defendiendo el NO en el
referéndum que hoy se celebra en Venezuela y cuyas analogías entre su régimen y el español eran jaleados por el público asistente, puso la nota exótica al programa.
Al final, De Diego anunció la propuesta a la nación española, de elección de una Convención Constituyente para cambiar la Constitución actual con tres grandes objetivos:
1 Eliminación de las comunidades autónomas,
2 Establecimiento de la división de poderes mediante elección directa en circunscripción nacional del presidente del Gobierno y plena independencia del Poder Judicial, ninguno de cuyos miembros será elegido por el poder político; puesta en marcha, para el legislativo, en una sola cámara, del sistema electoral mayoritario de distritos unipersonales
3 Supresión constitucionalmente del déficit

A continuación y como colofón, se marchó a pie, durante tres kilómetros, al Palacio de la Moncloa para pedir la dimisión al Zapatero.

Creo sinceramente que los promotores de esta plataforma de las clases medias, no tienen ambiciones de poder ni protagonismo. Entre sus principios, no aceptar subvenciones, es coherente con el fin de sacar a los partidos políticos y sindicatos del Estado. Sus objetivos claros y generales, la convierten en una opción muy digna para el ciudadano que haya visto con claridad meridiana que los oligarcas no le representan, ni puede controlar su omnímodo poder.
La clase media, cuyo nivel adquisitivo se ha degradado considerablemente en las últimas décadas, debe ser el motor activo que exija y ejerza la libertad constituyente para la organización de las instituciones del estado, por ser la mas numerosa y por estar en ella los elementos emprendedores de la sociedad, que deben dotar a la nación de su necesario tejido productivo, anulado o eliminado por la mediocridad reinante en este régimen

Dentro de la concentración, no se veía el final, todo gente, gente variada,
miles de personas dando la espalda a los políticos, vitoreando los cambios necesarios, rechazando el empleo de su dinero en gastos suntuarios y el poder sin control. Bella manifestación de libertad.
Es posible, ciudadano, cambiar esto. Esta es la mejor noticia que te puedo dar. La partida se acaba de iniciar. Queda mucho desarrollo, por ahora. Ya se ha dado jaque al rey. Nos faltan peones, tenemos que acudir rápido para poder dar el jaque mate final a los oligarcas que nos niegan la libertad.

jueves, enero 29, 2009

DOCTRINA Y TUTELA

La decisión del Tribunal Supremo de no admitir la objeción para la asignatura obligatoria llamada “Educación para la Ciudadanía”, consolida definitivamente el paternalismo de esta oligarquía corrupta y podrida que intenta equilibrar la tímida libertad de opinión y de pensamiento que está emergiendo en estos rincones de Internet, con el adoctrinamiento de la sociedad civil desde la cuna.
Con esta monstruosidad totalitaria, que reencarna la FEN (Formación del Espíritu Nacional, asignatura sobre los principios del Movimiento Nacional) franquista , se trata de inculcar una relatividad moral presumida de moderna y progresista y de la que se jactan los mandatarios del régimen; como si el mantenimiento de los valores clásicos como el honor, el patriotismo, la defensa de la familia tradicional, la honra, el orgullo el honor, la lealtad y tantos otros, fuera cosa retrograda y reaccionaria.
Es absurdo que la clase dirigente trate de imponer sea cual sea y se llame como se llame, una asignatura de educación en principios y valores.
Es la sociedad la que tiene que demandar su formación y el Estado el que tiene que facilitar dicha demanda, que debe ir orientada a la libertad de pensamiento y a la adquisición de la conciencia critica para la formación integral del individuo.
Debería bastar el revuelo que se ha levantado en la sociedad civil para que el gobierno retirase la asignatura. Su obcecación por mantenerla muestra a las claras la pretensión de adoctrinamiento por mucho que la ministra del ramo lo niegue. Y si no, ¿para que está un gobierno? ¿Para crear problemas o para solucionarlos?
En esta partitocracia sin separación de poderes, al poder absoluto del ejecutivo no le debe preocupar un poder judicial dócil, que se pliega a sus grandes principios ideológicos.
El peligro le vendrá de la revolución ciudadana históricamente pendiente en este país, que acabe con esta tutela estatal que perpetúa la servidumbre y el papanatismo.

viernes, enero 23, 2009

DE LA PARTITOCRACIA A LA DICTADURA

La historia nos ha enseñado que sin unas instituciones fuertes y surgidas del pueblo, es demasiado fácil la degeneración y evolución hacia formas autoritarias o totalitarias. No hay que olvidar que los fascismos europeos por antonomasia, el alemán y el italiano vinieron de regimenes partitocráticos. Tanto la República de Weimar alemana como el Reino italiano, no supieron atajar la quiebra de la libertad de sus pueblos.
En la actualidad, el ejemplo de la Venezuela de Chávez planea su sombrío porvenir sobre los sus sufridos compatriotas. Primero tuvieron que decir no a un referéndum de reforma constitucional la cual le permitiría asumir el poder de manera indefinida. Ahora el infausto personaje contraataca con la propuesta de otro, con el fin de poder ser reelegido sin límite de legislaturas. Está claro que por el proverbio “el que la sigue la consigue”, hay muchas probabilidades de que Venezuela acabe en una dictadura, si no lo es ya, de hecho. En España ya sufrimos la acción de una mayoría absoluta amplia para moldear las instituciones a su gusto o parecer. El caso de la reforma del Consejo General del Poder Judicial por el gobierno socialista de Felipe Gonzalez es un buen ejemplo de ello.
Pero eso no es todo. Según la constitución actual con una mayoría de 3/5 de la cámara se puede hacer reformas profundas en la misma hasta llegar a transformarla. Parece inverosímil que un partido pueda conseguir esa proporción de escaños… pero es algo que pude pasar.
Las instituciones de un régimen de poder no pueden depender de las circunstancias electorales. Más bien debe ser al contrario; los cargos electos deben depender y rendir lealtad a las instituciones del Estado, so pena de ser expulsados de las mismas. Ese es el caso tan admirado de la toma de posesión de los presidentes de EEUU, que tanta envidia nos da a todos los demócratas.
Tenemos que luchar por dotarnos de ese tipo de instituciones que hagan nuestra libertad política en indestructible. Y eso científicamente solo se ha demostrado en los países del mundo que tienen auténtica democracia. En ellos es imposible el fácil camino de la partitocracia al totalitarismo

martes, enero 13, 2009

CINISMO INSTITUCIONAL

El ministro de justicia Mariano Fernández Bermejo, explica torticeramente su postura contraria a la huelga de los jueces, que considera “traiciona la confianza de los ciudadanos al mandato de los órganos que eligen, en este caso directamente” (sic).
Por supuesto estas afirmaciones constituyen una falsedad supina, pues ni a los jueces, ni al gobierno de los jueces, los eligen los ciudadanos, ni mucho menos directamente.
Es evidente que este régimen de poder reconoce la existencia de los tres poderes del estado de derecho, pero en sus palabras se delata la inexistencia de democracia, que exige que aquellos estén no solo divididos, sino separados e independientes el uno del otro. En las palabras del ministro, como en la ingenua reflexión de Gaspar Llamazares que no se explica el sentido de esta huelga, está la muestra diáfana que esto no es una democracia y que la soberanía descansa única y exclusivamente en el poder ejecutivo que ejerce el control sobre el legislativo (condicionado por sus socios de coalición) y sobre el judicial.
Y si no es así, ¿ante quien se van a manifestar los jueces el 18 de febrero? ¿Quién esperan que les resuelva sus reivindicaciones? Si su condición fuese análoga a la de "empresarios del estado", como dice Llamazares, no necesitarían de huelga, pues en una democracia los jueces se autorganizarían de una manera mas racional y eficiente, y sería imposible las injerencias del ejecutivo en su labor, como hemos visto recientemente en los casos de los jueces Tirado y Ferrán Calamita, cuando el inefable ministro sentenció que cambiarían la ley (usurpación flagrante de las funciones del legislativo) para que “casos como esos no se vuelvan a repetir.”
Ejercicio del mas puro y duro cinismo institucional de esta partitocracia
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