viernes, noviembre 30, 2007

MERCADERÍA PLEBISCITARIA

La propuesta de Rajoy de librar del impuesto sobre la renta a los llamados “mileuristas”, la proposición de Artur Mas de apoyar, después de anatemizarlo, al PP en caso de que este lo necesite, si “bendicen” el estatuto de Cataluña recientemente votado, la amnistía política otorgada por Zapatero a la incompetente ministra de fomento a cambio de una partida presupuestaria especial para el nacionalismo vasco o su ofrecimiento a Bono de la presidencia del Congreso antes de que se constituya este, son todas ellas, acciones producto de una actuación en el ejercicio del poder caracterizada por la irresponsabilidad, la demagogia, la ausencia de democracia y la corrupción económica y moral de este régimen partitocrático.

Para las próximas elecciones, la ínclita ministra, mantenida en el gobierno a cambio de cesiones presupuestarias a los que les apoyan en el parlamento, irá la primera en una lista de la provincia que sea y la ciudadanía progresista de esta no tendrá mas remedio que votar esa lista o hacerlo por la conservadora del PP, con la nariz tapada. Todavía quedan ciudadanos que tienen la suficiente dignidad para abstenerse de esto último.
Esto es en sí, una prueba irrefutable de falta de división de poderes, donde el parlamento está totalmente controlado por el poder ejecutivo y en situaciones como esta de falta de mayoría, basta con contentar a los componentes del pacto de partidos que lo mantiene en el poder.
Por si faltase un botón, la propuesta del presidente del ejecutivo a Bono, para ocupar nada menos que la presidencia de la institución que en teoría tendría que controlar a aquel, ¡para la próxima legislatura!
El presupuesto del Estado, se fabrica con trampa y se reparte atendiendo a cuestiones oportunistas de intereses de partido, con total intransparencia y con partidas opacas al control, cuando debería hacerse según los intereses de los ciudadanos; tendrían que ser aprobados y redactados con sus partidas bloqueadas para garantizar el gasto correcto, según las mismas. En un parlamento no representativo de la sociedad, esto es francamente difícil.

El oportunismo político, como máxima indignidad del mandatario, es evidente en el hipócrita líder de los convergentes catalanes, que después de cansarse de decir que el PP es un partido que ataca directamente los intereses catalanes, después de montar ese circo de presentarse ante un notario para que levantase un acta de que jamás CIU pactaría con el PP, ahora dice que sí lo haría con condiciones.

La propuesta irresponsable de Rajoy, que amenaza con limpiar las arcas públicas, además de injusta, pues todos debemos contribuir en mayor o menor medida a los gastos públicos, es prueba de lo fácil y gratuito que para uno puede ser alcanzar el poder en esta oligarquía. Basta con una certera propuesta populista, dejando sin reacción al contrario, aunque tenga consecuencias nefastas para la economía, para poder alcanzar la poltrona en un plebiscito cuatrienal, que es el único escollo que tiene que pasar el político profesional perteneciente a partidos de voto mayoritario. Y de esto sabe también lo suyo Zapatero.

Estas acciones recientes y de hechos objetivos, deben despertar al ciudadano hipnotizado por estos encantadores de serpientes, que nos quieren hacer creer que aquí existe la democracia.
En un sistema de separación de poder, con instituciones representativas de la sociedad, todos estos sucesos políticos serían imposibles de acaecer.
La ministra podría ser depuesta por un legislativo independiente y con candidatos elegidos directamente por el pueblo, con la amenaza de autodisolverse y convocar nuevas elecciones. Amén de si el poder judicial considera que existe responsabilidad penal en sus irresponsables actuaciones.
El presupuesto se realizaría por acuerdos mayoritarios entre los diputados elegidos directamente por los ciudadanos según sus propuestas. Al responder cada uno a los intereses de los ciudadanos que lo han votado y estar controlados por estos en su acción y por el poder ejecutivo el presupuesto final aprobado, se hace necesario que este tenga que ser bien estructurado, claro y con garantía de un cumplimiento riguroso, so pena de ser impugnado por el gobierno o por el poder judicial.


El Sr. Más, no le tiraría los tejos a otra fuerza política, sino que debería hacer un programa que sintetizase unas propuestas, para garantizase ser elegido por los ciudadanos de su comarca o distrito electoral.

De la misma manera, carecería de sentido que Rajoy propusiese acciones de ley pues deberían hacerlas los candidatos al poder legislativo en sus distritos.

Sería del todo impensable que el presidente del ejecutivo, propusiese el cargo de presidente del Parlamento, si este fuese una institución nacida de candidatos elegidos por voto mayoritario en comarcas electorales y aquel fuese elegido, del mismo modo en distrito único nacional, en elecciones independientes.

Pero aquí el problema está en que los partidos hacen y deshacen a su antojo, leyes, instituciones y hasta opinión publica a través de unos medios afines, todo ello al margen de la sociedad civil.
La democracia, por tanto, debe venir de nuestra mano para permitir, bajo nuestro estricto control, la ocupación por parte de los políticos de las instituciones del estado para que se cumpla su mandato contenido en programas elegidos libremente por voto mayoritario.

viernes, noviembre 23, 2007

ENLACES POLÍTICOS

En la naturaleza los enlaces atómicos, son fundamentales para la constitución y estabilidad de todas las sustancias conocidas. Todas las formas de las cosas y los distintos estados de la materia (sólido, líquido o gaseoso), dependen de dichos enlaces establecidos cuando los átomos de las moléculas se acercan lo suficiente entre ellos y quedan atrapados por fuerzas atractivas que varían en su intensidad y fortaleza, según el tipo de moléculas que se trate.
En el mundo orgánico, dada su versatilidad y variabilidad, los enlaces son relativamente débiles. Los átomos comparten los electrones de la capa más externa y aunque existe estabilidad de las moléculas así formadas, se permite que reacciones de poca necesidad energética para producirse y acciones de ciertas proteínas orgánicas, deshagan dichos enlaces y vuelvan a realizar otros, facilitando así las modificaciones moleculares tan variadas, dinámicas y complicadas de los seres vivientes. Ejemplos de estos, son los enlaces por puentes de hidrógeno que facilitan la gran capacidad de combinación del agua en la naturaleza.
Los materiales de los seres inertes, más estables y menos dinámicos, precisan de enlaces más fuertes. En los enlaces iónicos y metálicos, los átomos intercambian electrones de manera que forman uniones más consistentes que dan lugar a sustancias difícilmente atacables y deformables.; permiten cierta movilidad molecular que caracteriza sus propiedades, como conductibilidad, maleabilidad, dureza, etc., pero dan gran estabilidad y resistencia a los materiales.
En la vida social, laboral, familiar y en general en todas las relaciones humanas también existen fuerzas entre los distintos individuos, que se atraen y repelen entre sí, según su carácter y temperamento personal, así como su condición de parentesco. Analógicamente a los enlaces químicos, se dice que hacemos buenas migas (los esnob hablan de feeling) con alguien, cuando nos caen bien y que no tragamos a alguien o nos repele, cuando nos cae mal. La base de las amistades y el establecimiento de grupos de amigos están condicionados a ese tipo de sensaciones.
En la vida social y económica, también se produce esta analogía en las organizaciones; según las demandas y necesidades humanas, aquellas son mas estables o menos. Así vemos que a lo largo de los tiempos se mantienen ciertas entidades (bancos, aduanas, club de jubilados, etc.) mientras que otras cambian o se forman nuevas, en función de los tiempos, modas o necesidades del momento.
En las relaciones familiares, como las paterno-filiales, los lazos son muy fuertes, mucho más que los de amigos, compañeros de trabajo, organizaciones sociales o empresariales. La naturaleza sabe de lo importante de los vínculos familiares para la supervivencia de la especie.

En la vida política, las relaciones están condicionadas por la necesidad de un Estado rector y por la forma de organizarlo y manejarlo con el objetivo de solucionar los problemas de la sociedad, con el fin de conseguir la justicia, la paz y la felicidad de sus ciudadanos. Para ello se han creado distintas soluciones a lo largo de la historia.
El tipo de enlace que se ha conseguido, casi siempre hasta ahora, entre el Estado y su sociedad es un enlace débil e inestable, mas parecido a los puentes de hidrógeno que al iónico. Consecuencia de esto ha sido la gran inestabilidad política, la gran cantidad de cambios de régimen que ha habido en la historia y la falta de solución de los objetivos políticos.
La razón principal de esta falta de consistencia de las instituciones políticas ha sido, fundamentalmente, porque han sido impuestas siempre por la aristocracia del poder al margen del ciudadano.
El verdadero enlace fuerte, ha estado constituido por los poderosos y el Estado. Entre este y el ciudadano los enlaces han sido siempre débiles.
A lo largo de la historia, excepto la Constitución de los EEUU, el periodo revolucionario francés, la revolución Gloriosa inglesa y las instituciones suizas, los regímenes de poder han sido impuestos a toda la sociedad, por grupúsculos extranjeros, imperialistas, revolucionarios o productos del pacto entre el poder que fenecía y el nuevo; ello sin consulta, periodo constituyente, Cortes constituyentes, ni libertad política de los ciudadanos.
Cuando esto ocurre, como en el caso de la transición española, el pueblo se hace ilusiones de libertad, una libertad otorgada y alimentada con afán propagandístico por la autoridad, pero que no es suya, no le pertenece y por tanto no está dispuesta a defenderla o luchar por ella.
Recuerdo cuando en un programa de televisión un ciudadano le preguntó a Suarez, que es lo que había hecho él por España además de dividirla territorialmente y en partidos cuyo único objetivo era el poder, este respondió:
- ante todo, conseguir que tu me puedas hablar así.
Es la respuesta sincera del mandatario que, no solo sabe el origen del poder del Estado, sino que no tiene repararos en recordarlo, por si todavía hay ilusos que creen que la transición democrática fue un “milagro del pueblo español”.
Al igual que ocurre entre los enlaces del Estado y sus ciudadanos, el enlace entre instituciones de un Estado es proporcionalmente fuerte a la de aquellos. Cuanto más fuerte sean, más duración y estabilidad le proporcionarán al sistema político. Así, esta partitocracia, basada en el pacto entre el franquismo y las fuerzas democráticas emergentes, dio a luz un régimen monárquico de partidos, unido orgánicamente por los débiles enlaces del consenso y el perdón histórico. La prueba evidente de esta debilidad, es que cuando se debilita el consenso, como en la actualidad, se desestabiliza el régimen. Por eso estamos viendo, el continuo descrédito de la familia real, del Rey, la demanda de referéndums de los nacionalistas periféricos, el ultraje a la bandera, la quema de fotos reales, el recrecimiento del terrorismo, la manipulación de la historia, etc.
En pleno siglo XXI, no se puede justificar a ninguna autoridad al margen de unas instituciones hechas, organizadas y regladas por los sujetos de su propia actividad, es decir, sus ciudadanos.
Ningún Rey, ni Jefe de Estado impuesto, ni dictador, es justificable, ni política ni moralmente, en una sociedad igualitaria, instruida, desarrollada y civilizada donde predominen los valores de igualdad de oportunidades para todos, así como de formación, superación y excelencia, tanto individual como colectiva.
Lo que debe garantizar una fortaleza, estabilidad y duración, son organismos e instituciones pensados, organizados y formalizados por los ciudadanos; que puedan garantizar por si mismas, además se su correcto funcionamiento, la libertad política de la sociedad civil.
Como ocurre en la naturaleza, nos corresponde a todos nosotros romper los débiles enlaces de hidrógeno que nos unen y que unen a las instituciones de este Estado de oligarcas de partido, para formar fuertes enlaces iónicos y metálicos que hagan casi imposible, como si de lazos paterno-filiales se tratara, separarnos de una Constitución que garantice tanto el Presidencialismo, la Asamblea de diputados (ambos elegidos por el pueblo) y un Tribunal supremo de jueces independientes, como la separación de dichos poderes. Poderes que podamos controlar y elegir por la regla democrática por antonomasia, la regla de la mayoría. Y que por esta misma regla, podamos deponerlos cuando sean desleales a nosotros o a nuestras instituciones.

sábado, octubre 13, 2007

CLAMORES CIUDADANOS

Aunque diariamente surgen hechos, declaraciones y actitudes de nuestros políticos, que confirman las tesis mantenidas en esta bitácora, es decir, que no hay democracia porque los ciudadanos no deciden quien y como les gobierna, nunca como ahora se dan hechos tan concretos y en tal cantidad; los que todavía piensan que esto es una democracia no tienen mas que seguir la actualidad política para ver lo erróneo de sus creencias y esta misma actualidad constituye una oportunidad única para los ciudadanos que creemos en la democracia de verdad, para desenmascarar la careta de esos falsos demócratas que lo deciden todo a espaldas de los ciudadanos y encarrilar a estos en la opinión libre de prejuicios ideológicos y de la gran farsa que constituye este régimen monárquico de poder.
El navajeo político que se ha llevado a cabo, ya sin disimulo alguno, en el PP con motivo de la elaboración de las listas electorales y la persistente y cada vez mas agobiante reivindicación de los voceros nacionalistas vascos y catalanes en pos de un referéndum de autodeterminación, es evidente para cualquiera que se asome a las primeras páginas de los periódicos, o vea los telediarios.
El débil liderazgo de Rajoy que, pese a las meteduras de pata y a la deriva política e institucional del presidente Zapatero, no despega en las encuestas, ha provocado la reivindicación de un Gallardón que con razón enseña el escudo y la fuerza del voto popular. El entorno oligárquico del PP, cierra filas entorno al primero, desacreditando al segundo, tachado de arribista, oportunista y traidor.
Esta polémica carecería de sentido en un estado democrático, pues cada uno se sometería al inapelable veredicto por la regla de la mayoría. No haría falta, pues, esa lucha interna a espaldas de la ciudadanía de la que saldrá un producto que será ofrecido a la sociedad civil como plato único sin posibilidad de elección, dentro del mismo espectro ideológico
En el la sede de los distintos partidos no se guardan ya ni las formas y han celebrado los trámites para nombrar “candidato a la presidencia del gobierno”. Es decir, ya no se intenta engañar a nadie. Son los órganos del partido y no el parlamento, como dice esta nefasta constitución, los que eligen el candidato a presidente del gobierno.


En este régimen de poder, la presidencia del gobierno, siendo la institución más importante, es débil pues no se elige directamente por los ciudadanos, como hemos visto. Pero además su elección está condicionada por las alanzas postelectorales del Parlamento y por tanto está atada a las servidumbres de las fuerzas que constituyen las mayorías.
En este caso, Zapatero se ha visto influido por las minorías nacionalistas regionales que han condicionado toda la legislatura y que una vez comprobada dicha debilidad, hurgan sin cesar en la llaga por todos los frentes al igual que el boxeador se ensaña con golpes una vez descubierto el punto débil del rival.
La muestras de “patriotismo” catalán y vasco, la no aceptación de los símbolos nacionales, en particular de la bandera que sigue viéndose como reminiscencia del feroz nacionalismo español aplicado por el régimen franquista, la continua reivindicación de selecciones nacionales deportivas, la celebración de manifestaciones ilegales, la continua quema de imágenes de miembros de la corona, constituyen la muestra orquestada por aquellos que no defienden lo que creen ni lo que conviene a la mayoría sino lo que les conviene a ellos, en caso de que se consiguiese la cacareada independencia.
Ante ese continuo bombardeo secesionista, las únicas alternativas son la ambigüedad de Zapatero y la reivindicación del nacionalismo español de Rajoy. Y algo falla en las instituciones de un país, para que el jefe de la oposición tenga que decir que la bandera de España representa a todos los españoles, que hay que estar orgulloso de ella y que esta debe ondear en todos los edificios públicos.
No hay otra forma de conseguir instituciones del Estado fuertes que su elección y revocación por los cuidadnos que lo conforman. De esa manera se acaban todas las dificultades y escollos que impiden su normal hacer y actuar.
Y ese es el clamor que esperamos de los ciudadanos; que nos unamos los auténticos demócratas para reclamar democracia y libertad. Pero democracia de verdad.
Que el jefe de gobierno lo elijan todos los ciudadanos de España por elección mayoritaria a doble vuelta.
Que el parlamento se elija en distritos pequeños por candidatos elegidos mayoritariamente a doble vuelta, con garantías de revocación en caso de incumplimiento de los compromisos adquiridos para su elección.
Que el poder judicial se elija entre los profesionales de la justicia, que se supriman los tribunales políticos como el Constitucional y que todos los juzgados puedan interpretar la correcta aplicación de la Carta Magna.
De esta forma se garantizan la independencia de los tres poderes y el control mutuo entre ellos que impedirán las componendas y pactos que ahora se dan al margen de los ciudadanos.
Frente al provocador clamor nacionalista no existe mayor contraindicación que el clamor nacionalista español que lo único que hace es realimentar a aquel. Siempre será mejor medicina el clamor ciudadano pidiendo democracia, que las leyes no sean impuestas por los oligarcas, sino que sean sus leyes elaboradas por sus gobernantes libremente elegidos. Esta es la única opción política capaz de poner a cada uno en su sitio. Esta es la verdadera libertad política, por la que clamamos los ciudadanos libres de la servidumbre que imponen y defienden los partidos políticos estatales.

domingo, agosto 19, 2007

EL NACIONALISMO, SEMILLA DEL TOTALITARISMO

La reciente negativa del gobierno vasco a poner la bandera de España en las instituciones, es una de los muchos desplantes de las autoridades vascas a las resoluciones del poder judicial en este Estado de derecho. Como recordaremos, también se negó a disolver Batasuna como grupo del parlamento regional, con la peregrina tesis de que el poder judicial no podía inmiscuirse en el poder legislativo. ¿Entonces para que esta dicho poder, si no puede imponer la Ley, que es para lo que se le requiere?
Despreciar y negar el estado partitocrático que legitima las instituciones actuales vascas es como morder la mano que les da de comer. Una actitud incongruente con los principios personales y políticos.
Si los que detentan el poder en la autonomía vasca fueran consecuentes con sus ideas, se retirarían de las instituciones, que menosprecian y no consideran suyas y proclamarían la independencia del País Vasco, como dicen que les piden “los vascos” (Ibarretxe dixit), colgando en exclusiva la bandera vasca que Arana copió de los británicos cambiándole los colores.
Pero, ¿A quien se refieren cuando hablan de los vascos? ¿Acaso los que piensan como ellos? ¿Suponiendo que fuesen mayoría, tendrían derecho a imponer, cambiando la historia, cultura y costumbres, una nueva nacionalidad vasca a la minoría, que es española como ellos y desea seguir siendo española?
En política, como arte de lo posible y como meta ética de conseguir el bienestar de la población dirigida, ¿Se puede imponer un criterio que cambie un hecho histórico, consecuencia del desarrollo de siglos de evolución cultural y social, con la consiguiente siembra de la discriminación y la discordia?
¿Se puede tener derecho a erigir una nueva nación por los presuntos sentimientos de un grupo de personas, aunque representen a la mayoría, sin base histórica ni argumental?

La unidad política de la Hispania romana, precedente histórico de la misma unidad visigoda, fue demolida con la invasión árabe del siglo VIII. El mosaico de estados formados durante la reconquista, fue, excepto Portugal, unido de nuevo por la monarquía de los Reyes Católicos en el Siglo XV.
Ni Euskadi, ni Cataluña, fueron jamás reinos independientes, ni su historia puede contarse separada de los reinos de Castilla, Navarra y Aragón que comprenden, en definitiva, la historia de España. En concreto, la mayor parte del Euskadi actual, tiene mas historia en el reino de Castilla que en el de Navarra, que es lo que actualmente reivindican como una especie de razón histórica, evidentemente falaz, de su esencia nacional.

No existe la pretendida nación vasca o catalana fuera de la imaginación de sus precursores burgueses, románticos e individualistas (Arana, Prat De la Riva, Rovira y Virgili, entre otros) y de la alienación ideológica posterior, producida en dichos territorios.
Si la autodeterminación fuese un derecho democrático, se debería empezar ejerciendo desde las comunidades de vecinos, pasando por los municipios, grandes ciudades, capitales de provincia, provincias y así sucesivamente.
Tendríamos que aceptar, en cada caso, la mayoría de la comunidad que quisiese independizarse del resto. Aún así, habría que repetir periódicamente la consulta, pues lo que hoy es minoría puede ser mañana mayoría y lo que es un derecho, no se puede negar a nadie de cualquier época o lugar. Como he escrito ya en esta bitácora, no se puede hablar de nacionalismo vasco, gallego o catalán antes de finales del siglo XIX. Por mucho que se diga, la I República aunque federalista y cantonalista, no tuvo ni por asomo ningún rasgo de nacionalismo periférico. No se podía ni plantear un referéndum sobre la independencia de estos territorios en esa época. Si los planteamos en los primeros años del siglo XX, cuando los nacionalistas vascos y catalanes eran los fundadores y su recua de seguidores, evidentemente no hubiesen prosperado. ¿Cuándo entonces hay que convocarlo? Y suponiendo que prosperara, y la experiencia independentista no fuese del agrado de la mayoría de la población, ¿se debería convocar un nuevo referéndum para volver a la nación española?
El hecho de ser español, como de ser francés, alemán o sueco, forma parte del derecho natural consecuencia de la evolución histórica. Es como el patrimonio histórico o arqueológico.
No se puede imponer con derecho positivo a un fenómeno existencial como pertenecer a un territorio y a una comunidad con determinadas leyes, normas y costumbres.
Proclamar una realidad nacional vasca o catalana fuera de la española es discriminar a parte de la población de ese territorio, que no tenga las características y cualidades que ideológicamente, suponen distinguir como vasco o catalán. Es también negar su propia historia desarrollada con personas pertenecientes a todos los rincones de España en los que también hay vascos y catalanes.
Se argumenta con frecuencia que los vascos y catalanes son más prósperos que el resto los españoles por su idiosincrasia y por el producto de su trabajo. Y aunque algo de razón en ello hay, se omite que en esa prosperidad influyó sobremanera la política de desarrollo que el estado español promovió en esas regiones desde la Restauración por ventaja competitiva y que dicho desarrollo se ha producido gracias al trabajo de un elevado porcentaje de población proveniente de otras regiones de España.
No existe hoy ninguna diferencia, por clases sociales, a parte de la idiomática o de tópicos costumbristas, que distinga a un vasco, gallego, catalán, castellano o andaluz,
No hay nadie, ni lo puede haber, con autoridad o capacidad natural para imponer a otros una nacionalidad nueva y diferente a la que posee de hecho determinada por la historia.
Querer imponer una nacionalidad distinta al resto de la población, con el argumento de la mayoría, es una falacia, pues dicha mayoría es ocasional, transformable y voluble y por tanto, no puede cambiar todo un pasado, y la nación es el bagaje histórico colectivo y la nacionalidad un derecho individual que, como derecho histórico y por tanto fundamental, debe estar protegido de dichas mayorías, por las normas constitucionales igual que el derecho a la vida, al trabajo o a la integridad familiar.
En la ideología nacionalista se basaron Hitler y Mussolini para construir los sueños imperiales fascistas de sus respectivas naciones. También el totalitarismo comunista promovido por Stalin tuvo un fuerte componente nacionalista en contraposición a la revolución universal promovida por Troski.
En el delirio ideológico nacionalista, vemos como terroristas que han cometido graves crímenes niegan y desprecian a las autoridades que les juzgan, comportándose de manera incivilizada, cargados con la razón de su ideología nacionalista, que presuntamente les da el derecho de poder matar inopinadamente al prójimo, aunque sea inocente o no piense como ellos.
Conozco a personas como cualquiera de nosotros, integradas normalmente en la sociedad, que justifican moralmente el terrorismo, crimen injusto donde los haya, por ser “el único camino que conduce a la independencia”. Hasta ese punto, conduce la deformación ideológica.
En este hecho no hay ninguna diferencia con la legitimación social de las deportaciones, cámaras de gas y asesinatos en masa de los totalitarismos.
Mucha gente sonríe con aire de incredulidad, cuando se dice que el nacionalismo es el germen del fascismo. Piensan en esos señores bien vestidos y de modales refinados que acuden al parlamento. Pero, el aislamiento social, la discriminación laboral, la desigualdad de oportunidades pretendida por la inmersión lingüística, la extorsión económica, la inseguridad ciudadana, la amenaza y el asesinato terrorista, que sufren los ciudadanos de esos territorios, son realidades que nos recuerdan donde está el límite de las palabras y los hechos, como productos consustanciales de la semilla nacionalista.

martes, agosto 07, 2007

LA PRUEBA DEL ALGODÓN

Para los que defendemos la democracia como un sistema político basado en la división de poderes y el control ciudadano de los cargos públicos, frente a esta oligarquía de partidos políticos, diariamente nos encontramos con ejemplos que clarifican su funcionamiento.
Recuerdo un anuncio de un producto de limpieza doméstica en el que una bella ama de cosa coge un trocito de algodón y lo pasa por un rincón de la cocina para mostrar la suciedad que se acumula en un habitáculo aparentemente limpio. Un vez usado el producto adecuado, el algodón se pasa quedando este impoluto, demostrando así las maravillosas propiedades de aquel.
La falta de libertad política de los ciudadanos queda fuera de toda duda para el quiera darse cuenta de que con su voto no elige a los dirigentes políticos, sino a una lista donde ya vienen establecidos por orden los que serán elegidos, para estos a su vez elegir, siguiendo las ordenes del que les ha puesto en dichas listas, a nuestros mandatarios.
Esta falacia, con la que convivimos y que es asumida por la mayoría de los ciudadanos, está justificada por los oligarcas con el peregrino argumento de la supuesta libertad de voto.
Naturalmente que en todo acto de elección entre varias opciones, existe la libertad de hacerlo por una en concreto o no hacerlo. Pero una cosa en eso y otra trascender el sentido de la libertad a un dominio que no le corresponde.
La reciente dimisión de Piqué en el PP, como jefe partido en Cataluña, ha sido precisamente por verse desacreditado por la dirección nacional del partido, al incluir ciertas personas en las listas electorales para las próximas elecciones generales.
Eso es una prueba fehaciente de donde reside realmente la libertad política. Es una evidencia que los dirigentes y componentes de los poderes del estado se eligen en las élites de los partidos y que no existe ningún contrapoder que pueda modificarlos salvo la subrepticia lucha entre aquellas. De vez en cuando, cuando algún gerifalte decide no tragar más en el fragor de la batalla, es cuando se descubre la verdad.

Otro botón de muestra:
El domingo pasado, publicó el diario La Verdad una entrevista con el Delegado de la Junta de Albacete Manuel González Ramos. Para los profanos, ese cargo es de los cuatro de mayor importancia de la provincia, junto con el Alcalde de la ciudad, presidente de la Diputación y Subdelegado de gobierno. Es el representante del Presidente de la Autonomía en la provincia. Conozco a Manolo personalmente, por razones profesionales. Es una persona con grandes dotes de seducción personal, debido a la impresión de seguridad que trasmite al decir las cosas y su carácter afable. Es educado, correcto, pero, bajo mi punto de vista, con escasas dotes de persuasión. Al margen de la nadería e indeterminaciones de las expresiones demagógicas pronunciadas en la entrevista (Albacete vuela muy alto, no hay quien lo pare, claro que despega, su situación es inmejorable, Castilla la Mancha está viviendo un momento dulce, etc.) llama la atención la siguiente pregunta:

-Muchos ciudadanos se pueden preguntar para qué sirve la figura del delegado provincial de la Junta de Comunidades. ¿Nos puede hacer un breve resumen de su trabajo? (sic)

La pregunta no tiene desperdicio, pues se supone que a un periodista le pagan por satisfacer las inquietudes de sus clientes. Aquel no es un ser ajeno a la sociedad. Si un periodista hace una pregunta, existen muchas posibilidades de que muchos de los potenciales lectores desconozca la misma.

¿Cómo es posible que los ciudadanos no sepan lo que hace uno de sus más conspicuos dirigentes? ¿Cabe seguir pensando que la clase dirigente sea una especie de casta que trasciende a la sociedad civil y cuyos componentes saben lo que hay que hacer para satisfacer sus necesidades? ¿De verdad no es mas fácil pensar que los cargos nazcan directamente de las necesidades ciudadanas expresadas directamente por ellos por medios democráticos y no impuestos por interpretación de nuestros deseos, como torticeramente nos quieren hacer creer nuestros dirigentes actuales?

Precisamente en la urdimbre de evitar y desviar las respuestas a estas sencillas preguntas se teje la finísima tela de araña invisible para nosotros y que atrapa y destruye nuestros razonamientos. Esa tela de araña junto a su consustancial contaminación- corrupción, es la que se quedará en el algodón que use cualquiera que se despoje de todas las ataduras ideológicas, tretas y supercherías que pregona este régimen de poder.
De cualquiera que, al igual que la hábil ama de casa, sepa por donde pasar la viruta de algodón para desenmascarar la apariencia de limpieza y trasparencia que delatan a los malos detergentes.

jueves, julio 05, 2007

DESPOTISMO PARTITOCRATICO

Cada vez se usa mas entre la clase política, la maniobra demagógica de citar a los ciudadanos como coartada y justificación para su ejercicio del poder.
Así, el flamante presidente de Castilla la Mancha, José María Barreda, les ha dicho a los componentes de su gobierno, que no sean Consejeros burócratas y no gobiernen ajenos a los ciudadanos.

Recuerdo cuando estudiaba historia, que al periodo de la segunda mitad del siglo XVIII, se le conoce como Despotismo Ilustrado. El mas preclaro representante de ese movimiento es el monarca español Carlos III de Borbón que antes fue rey de Nápoles.
Esta etapa de la historia, previa a las revoluciones estadounidense y francesa, fue el periodo en el que el hombre tuvo la lucidez suficiente para darse cuenta que lo del encargo divino de la monarquía era un camelo fruto de unas ideas desfasadas y anacrónicas.
Este periodo, llamado de la Ilustración o también siglo de las luces, produjo insignes personalidades y pensadores que cambiaron la concepción intelectual y moral de la humanidad, como Voltaire, Diderot, Newton, Jefferson, Locke, Hume, etc.
El hombre toma conciencia de su igualdad y dignidad humanas, al margen de sus creencias religiosas apareciendo las primeras ideas de derechos humanos y democracia (Montesquieu, Rousseau), entendida como la participación de los ciudadanos en la acción política sin distinciones de clase y los principios electivo y de separación de poderes que, como ya hemos visto en esta bitácora, constituyen la libertad política.
Esas ideas, calaron fuertemente en la opinión de la época y se expandieron como reguero de pólvora espoleando a las masas hacia la revolución.
Simultáneamente, en la Europa conservadora de los privilegios de la aristocracia, se luchaba porque esas ideas no se impusieran en la población provocando los hechos de Francia y EEUU.
En España la manera de evitarlo, fue realizando reformas institucionales como acabar con el monopolio de la nobleza en el poder, reformas fiscales, educativas, desamortización de bienes, etc.; también se realizaron numerosas obras y actuaciones con el fin de modernizar la anquilosada sociedad española del momento.
Para evitar los excesos revolucionarios de otros países, los monarcas de la época, justificaron dichos cambios políticos incluyendo en su discurso y en su ideal, la felicidad del pueblo. Todas esas reformas se realizaban para conseguir el bienestar y la felicidad del pueblo como fin último de la acción política.
Los estudiosos de la época han calificado al Despotismo Ilustrado, con la nemotécnica y expresiva frase de: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. La aristocracia política tenía la clarividencia necesaria, para saber lo que el pueblo quería y necesitaba lo cual se plasmaba en su obra política. Cualquier acción de este tipo era considerada para el bien de los gobernados, pero sin contar con ellos para nada.

Tres siglos mas tarde y casi uno después del primer estado de partidos, modelo que se impuso en la reconstrucción europea de después de la segunda guerra mundial, las palabras de Barreda, vienen a corroborar la misma actitud defensiva de los antiguos ilustrados con respecto a nuestros ilustrados oligarcas actuales.
Resulta curioso que esta actitud se produzca cuando proliferan por toda Europa movimientos ciudadanos que proclaman su derecho a la libertad política y exigen a los detentadores, que entreguen el poder al igual que se les exigía a los monarcas del antiguo régimen.
“Nosotros nos debemos a los ciudadanos”, dicen casi todos los políticos, como una frase hecha.
El presidente Zapatero responde a la petición de Rajoy de adelantar las elecciones, elevando el tono de voz, para remarcar mas la frase, vitoreada por sus compañeros de partido: “Voy a cumplir íntegramente con el mandato de los ciudadanos”.
Lo cierto es que nadie cuenta con los ciudadanos, ni se les pide opinión, mas allá de las encuestas oficiales u oficiosas para temas de interés partidista, ni aquellos tienen mas margen de acción política, que la de consignar las listas cerradas que cada cuatro años nos presentan los partidos políticos, sin poder elegir ni deponer libremente a sus gobernantes.
En aquel voto, que yo sepa, no viene ningún encargo ni ninguna declaración de intenciones. Además los cargos electos no están sujetos a mandato imperativo, según reza en la Constitución.
Entonces, si no hay mandato imperativo, ¿por qué tanto insistir en justificar las actuaciones en la voluntad ciudadana?; ¿por qué la advertencia de Barreda a su Gobierno, si se da por hecho lo que cínicamente se afirma?

Nuestros políticos piensan, que al igual que nuestros antepasados de la época del Despotismo Ilustrado, nos tenemos que creer que ellos actúan en todo momento para procurar nuestro bienestar y hacernos felices.
Es el nuevo despotismo, el del siglo XXI, el Despotismo Partitocrático.
En nuestras manos y sobre todo en nuestras acciones está el evitar, como ocurrió a finales del siglo XVIII en nuestro país, que unas cuantas reformas de los oligarcas (listas abiertas, gobierno de la lista más votada y otras) impidan la revolución pacífica ciudadana que nos lleve a la verdadera democracia, conquistando, así, la tan anhelada libertad política.

sábado, junio 16, 2007

30 AÑOS DE PARTITOCRACIA Y CONTROL

Para celebrar el aniversario de la primera llamada a las urnas para elegir listas de partidos, era necesario una palabra: democracia, una fecha: 15 de junio, un acto: votar y una figura: Adolfo Suárez. Ha venido de perlas el doble drama el drama personal y familiar que padece, para intentar erigirlo en un mito.
Con el bombardeo publicitario y mediático de estos datos simbólicos, el éxito está asegurado.
Pero nadie quiere reconocer, ni dice, que la constitución se hizo de espaldas a los ciudadanos (se elaboró en secreto por los llamados padres de la constitución), que no hubo periodo constituyente de libertades públicas sino un proceso fuertemente controlado y calculado con la propagación de rumores de golpe de estado e inculcación del miedo a los extremismos y tampoco hubo alternativa a los principios del movimiento nacional franquista. No hubo Cortes Constituyentes, pues estas se dedicaron a refrendar lo que les presentaron los “padres” de la Constitución.
Tampoco hubo referéndum sobre la forma de estado que preferían los españoles (Monarquía o República), ni sobre la forma del sistema electoral (voto mayoritario o proporcional), ni sobre la forma de gobierno (presidencialismo, parlamentarismo o partitocracia).
Se impuso la trágala de la partitocracia, con un Constitución sin controles ciudadanos democráticos, sin garantía de derechos para las minorías, ni un poder judicial independiente (el Tribunal Constitucional está constituido desde el principio por cuotas proporcionales de los principales partidos políticos).
Tampoco se decidió el modelo territorial, con unas autonomías inventadas teniendo que recurrir a topónimos, como La Rioja, La Mancha, Cantabria, etc., cuya territorialidad no coincide con las Comunidades Autónomas que dicen nombrar; muchos componentes de estas han sido desgajados de otras donde siempre estuvieron, por intereses de los barones políticos de los distintos partidos de la época. Este modelo de estado caciquil, ineficiente e irreal, reproduce el antiguo centralismo capitalino del anterior régimen, no acercando ni un ápice los organismos administrativos al ciudadano, como defendemos los demócratas y causando confusión e inseguridad jurídica cuando se trata de realizar cualquier gestión administrativa, ante la profusión de entes, sean del estado, de la autonomía o municipales.
Así llegamos a los 30 años, con el mismo Jefe de Estado que nombró el denostado dictador, con España al borde de la segregación territorial, con una engañosa bonanza económica, donde la competitividad de los trabajadores no hace nada mas que bajar y por tanto nos vemos en la obligación de importar productos extranjeros mas baratos, aumentando irremisiblemente el déficit de la balanza de pagos del comercio exterior y huyendo los empresarios del país hacia otros, en donde producen mas barato (deslocalización industrial).
La ciudadanía, como gusta decir a los oligarcas, está acomodada en este mundo consumista, donde no falta de nada…, de momento; como si la fiesta no fuese con ella y con la conciencia tranquila porque, al decir de la propaganda, vivimos un “periodo inigualable” de prosperidad y “estabilidad política”.

Esta clase política, dueña absoluta de la libertad de los ciudadanos, tiene a su disposición todos los resortes de propaganda existentes, para apaciguar las conciencias de los ciudadanos con mensajes tranquilizadores de estabilidad económica y política, asegurando así su cómodo estatus en el poder del Estado y su tejemaneje a espaldas de la sociedad civil, que se cree políticamente libre solo porque puede votar cada 4 años y tiene, generalmente, todas las necesidades cubiertas.
Resulta curioso como con tanta efeméride, haya pasado de refilón un acontecimiento gravísimo para las libertades. Los guardaespaldas de Francisco Pizarro, presidente de ENDESA, han sorprendido vigilándolo, a agentes de las fuerzas de seguridad del estado, primero y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), después. Se da la circunstancia que ENDESA es la eléctrica con mas capitalización del país, la cual se están disputando los independentistas catalanes, los alemanes y los italianos.
Sabemos todos que las grandes compañías capitalistas del estado no son hermanitas de la caridad y forman un grupo de presión (poderes fácticos) que precisa también de controles ciudadanos; pero aquí, precisamente, esto es lo que importa.
Las andanzas del CNI (antiguo CESID), no son nuevas. Todos recordamos las denuncias del agente Perote o el caso tristemente celebre de las escuchas telefónicas de las que no se libró ni el Jefe del Estado (dios, number one, en referencia al entonces Presidente del Gobierno) y que costaron el puesto al, a la sazón, Vicepresidente del Gobierno Narciso Serra.
Tampoco faltan ejemplos análogos a las actuaciones incontroladas del Estado. Los fondos reservados, usados para ajusticiar terroristas no juzgados, ciudadanos sospechosos, o simple y llanamente para enriquecerse, también forman parte del elenco de esta vanagloriada “democracia”.
Otro ejemplo es la razón de estado para adoptar decisiones al margen de la legalidad establecida.
En una democracia auténtica el Estado pertenece y está al servicio de la sociedad civil, es gestionado por la sociedad política elegida y controlada por aquella y esta gestión y sus consecuentes actuaciones tienen que ser claras y trasparentes.
Es justificable perseguir y espiar a terroristas y delincuentes pero es injustificable hacerlo con empresarios y ciudadanos.
Este ejemplo debería servir para hacer caer en la cuenta que en este país estamos lejos de la democracia que se pregona y que entre todos debemos movilizarnos y unirnos para exigir unas reglas de juego donde seamos nosotros los que controlemos la vida política. También hace falta una sociedad civil, formada, imaginativa, valiente con ideas nuevas para regenerar nuestras empresas e industrias y hacerlas competitivas. Y eso será difícil que se consiga con los proyectos de la actual clase política, solo preocupada por llevarse la mejor parte del pastel del poder del Estado y vender la “burra” de una estabilidad, que es pan para hoy pero hambre para mañana.
Está en juego la libertad de todos. Y sólo esta es la que nos llevará a la democracia.Es responsabilidad de todos intentar conseguirla.

martes, mayo 29, 2007

SEGUNDAS VUELTAS

Las elecciones se han celebrado con las mismas percepciones y conclusiones de siempre.
Todos han ganado. Los que han conseguido la mayoría, lógicamente están satisfechos porque van a ejercer el poder ejecutivo municipal y autonómico en exclusiva.
Pero también están satisfechos los que han logrado arrancar mas votos que en las elecciones precedentes, los que han impedido las mayorías absolutas de los que mandaban y los que, habiendo conseguido un resultado marginal tanto en votos como en representación, ven como caída del cielo, la posibilidad de participar en el gobierno. Y para que no falte de nada, también están contentos los que habiendo perdido claramente, piensan que dadas las circunstancias, han obtenido un buenísimo resultado pues peor podría haber sido.
Mientras tanto el ciudadano, que no entiende nada de lo que pasa, se pregunta con un regustillo de decepción, como se pueden interpretar los resultados electorales. Mirando los boletines de noticias se puede ver como todos saltan de alegría, brindan con champaña e incluso se organizan debates televisados en los que se opina quien es el auténtico ganador de las elecciones.
En definitiva, como dice el refrán castellano, el que no se consuela es porque no quiere.
No habrá mayor prueba que estas conclusiones, de que esta pantomima de elecciones en lo único que consisten, es en un reparto de puestos administrativos por personajes que no representan a nadie, sino a ellos mismos o a las cúpulas elitistas de sus partidos.
La campaña electoral ha resultado un suplicio y a nivel nacional ha girado en torno a la política antiterrorista, la guerra de Irak y el 11-M. Es decir, nada que ver con lo que en realidad se cocía en la convocatoria.
La acomplejada clase política española asocia a estas elecciones el carácter de “primarias” o “primera vuelta”, precisamente por que estas brillan por su ausencia en nuestra partitocracia.
Una de las reglas básicas de la auténtica democracia es la elección de la candidatura mas votada por los electores (ley de la mayoría). Mediante su elección mayoritaria a doble vuelta, se consigue que la gente vote la primera vez con sus genuinos deseos y la segunda se decante por uno de los dos mas votados, según sus expectativas.
El ganador sería el más votado en la segunda vuelta y le tocaría ejercer el poder por mandato mayoritario de los electores. La regla de la mayoría igual vale para la representación política como para la aprobación de cualquier propuesta. ¿Acaso no se usa para aprobar las leyes en el parlamento o en las asambleas periféricas? ¿Por qué entonces no usarla también en las elecciones? Puro ejercicio de cinismo oligárquico.
Hablando con amigos, familiares y compañeros que legitiman este bodrio de sistema participando y votando en él, aducen que con el voto mayoritario “queda una parte sin representación”.
Claro, que no se refieren al fraude monstruoso que significa que un partido con menos de la cuarta parte de los votos de la segunda fuerza política, participe en el gobierno y deje a esta fuera de la misma.

Para ejemplo claro, lo que ha sucedido con los resultados para el ayuntamiento de Albacete. PSOE 13 concejales. PP 13 concejales. IU 1 concejal. Por supuesto la candidata comunista, después de celebrar su raquítico resultado como un triunfo, con su pacto con el PSOE, “dejará sin representación” al PP que ha obtenido casi tantos votos como el primero. Pero si no hubiese prejuicios ideológicos hipócritas en esta partitocracia desideologizada, se podría dar el caso de un pacto PP-IU que se quede “sin representación” la fuerza mayoritaria, como de hecho va a ocurrir en el ayuntamiento de Toledo. Claro que IU ya ha dejado claro su precio para compartir el poder con el PSOE. Seguro de que conscientes de que han obtenido unos pobres resultados, solo piden a cambio de ello una concejalía… ¡la de urbanismo! Creo que sobran los comentarios.
El sistema mayoritario tiene como ventaja primordial que garantiza el mandato a la fuerza mas votada. Lógicamente, implica elecciones separadas a la cámara/concejales (legislativo) de la elección del presidente/alcalde (ejecutivo). De esa manera distinguiríamos correctamente entre representación y gobierno

Al ser candidatos unipersonales, caben todos; desde los representantes de los partidos políticos hasta las personas independientes que tengan propuestas interesantes o surgidas de las necesidades e inquietudes de los ciudadanos. Y al tratarse de distritos pequeños, locales o comarcales, se asegura la representatividad de la sociedad a nivel nacional, autonómico o local al estar representados los candidatos mayoritarios de los numerosos distritos, plasmando mejor la realidad civil territorial.

Ahora se elige unas listas elaboradas de espaldas a la sociedad y la única opción que se le da al ciudadano es elegir una sola vez por voto proporcional una de esas listas y a expensas de los resultados obtenidos las mayorías absolutas y coaligadas, acapararán todo el poder, ejecutivo y legislativo del territorio, haciendo se su capa un sayo e incumpliendo impunemente muchas de las promesas electorales. El resto de fuerzas aún siendo mayoritarias ejercerán el derecho al pataleo hasta dentro de cuatro años y nosotros los ciudadanos apolíticos, volveremos, para entonces, a bendecir este régimen con nuestra afluencia masiva a las urnas.
El hasta ahora alcalde de Toledo comparecía la noche electoral, aparentemente satisfecho, ante sus acólitos anunciando su victoria en las urnas, pero advirtiendo que las alianzas postelectorales le harían perder posiblemente la alcaldía. Añadía sonriente: “como sabéis, aquí no hay segundas vueltas”.

Algún día nos tendremos que dar cuenta los ciudadanos decentes, que este fraude civil muere cuando las urnas se queden vacías.

viernes, abril 27, 2007

NO HAY LIBERTAD DONDE NO SE PUEDE ELEGIR

La proximidad de las elecciones municipales y la mayoría de las autonómicas, pone de nuevo sobre el tapete la propaganda de nuestros dirigentes de que tenemos una auténtica democracia porque podemos elegir entre una gran variedad de partidos políticos.
Pero, claro, falta saber e informar que en esa elección, parten con ventaja los grandes partidos a los que el estado dota de mayores recursos económicos para costearse las clarísimas campañas electorales de esta partitocracia.
Esta circunstancia, lógicamente, acaba con las posibilidades de los partidos que apenas tienen otros recursos que los de sus afiliados. Como el reparto del pastel para las campañas, se realiza proporcionalmente al número de votos obtenidos en las elecciones anteriores, es imposible prácticamente el despegue de cualquier formación que no sea los partidos que acaparan la mayoría de los electores.
Por otra parte, dentro de la elección de cada partido, esta solo se puede hacer por una lista, cerrada y bloqueada donde cualquier anotación lleva consigo la nulidad del voto.
La presumible elección, por tanto queda limitada a uno de los grandes partidos, si no quieres que tu voto sea intrascendente, por lo que todo queda en mero acto de sentimentalismo por razones económicas, sociales y familiares del votante. Esto es lo que los oligarcas conocen y definen como voto útil.
Con este último criterio, si uno es de derechas solo le queda más opción de votar al PP. Y si es de izquierdas, solo puede votar al PSOE. Y solo puede votar a las personas que vienen en las listas (cerradas) y por el mismo orden (bloqueadas).
Siempre he pensado que las elecciones municipales son las que mas se aproximan a la auténtica democracia. Y eso porque es el mayor acercamiento que realiza la impersonal y burocrática maquinaria del poder oligárquico al ciudadano.
En estas elecciones, los electores suelen conocer, tanto a los candidatos, como a los que vienen en su lista. También se permite la presentación de listas de candidatos independientes, al margen de los partidos políticos.
Conozco incluso un caso de una candidatura de un municipio de la provincia de Albacete, en la que cada candidato se compromete a realizar un objetivo en un área determinada. Estas son algunos de los compromisos:
Ø Uno dio a conocer la creación de un Centro de Investigación y Desarrollo Agrícola y Ganadero, así como la creación de cien kilómetros de caminos y un polígono agrícola.
Ø Otro en el área de Mayores, se comprometió a crear un nuevo centro y rehabilitar el actual, y que prestarán una atención personalizada al colectivo.
Ø Otro anunció caso de alcanzar la Alcaldía, llevará a cabo la recogida de basuras todos los días de la semana y que prestarán un especial cuidado a las zonas verdes.
Ø También hubo compromisos en el área de Cultura, que anunciaba la creación de un museo para la recuperación de tradiciones y de un horno tinajero.
Ø En el área de deportes se anunció que todas las instalaciones deportivas de la ciudad estarán abiertas todos los días de la semana.
Ø En el área de Juventud, se propuso la construcción de viviendas protegidas para jóvenes con opción a compra.
Ø También se dijo que se concederían ayudas e incentivos para la creación de empresas de jóvenes agricultores.
Ø Pondrían en marcha una oficina para la internacionalización de las empresas y destacaron la ampliación de los polígonos industriales
Ø En el área sanitaria, se comprometieron a que el Hospital contará con más médicos y servicios, tales como hemodiálisis, así como con un nuevo aparcamiento con 400 plazas de vehículos y diez para autobuses, además de un nuevo Centro de Salud

He citado algunas propuestas concretas, susceptibles de evaluar en la práctica y fáciles de detectar en caso de incumplimiento. Por supuesto en esta partitocracia, no se van a cumplir la mayoría de esas promesas y además con total irresponsabilidad del que las realiza.
Pero esto, que debería ser la condición indispensable para presentarse al electorado, se realiza en este régimen como caso insólito y como reclamo político. Imaginemos por un momento que el votante tuviera oportunidad de elegir a cada uno de esos candidatos por separado. Podría elegir, por ejemplo, a alguien que se comprometiese a poner una biblioteca virtual, donde estuviese garantizado el acceso a cualquier libro de cualquier biblioteca del mundo. O a un candidato de mi distrito que se comprometiese a becar estudios para revolucionar los sistemas de riego, problema principal de mi localidad. Y a otro, fuese del partido que fuese, que garantizase la asistencia gratuita de niños para familias con un determinado nivel de renta. Y que además se comprometiese a habilitar las bibliotecas y grandes salones de la zona como puntos de encuentro cultural entre los jóvenes, con promoción de actividades para el tiempo libre, lo que constituiría una alternativa seria a la cultura del botellón y de la movida. O a cualquiera de los que realiza una de las propuestas enumeradas anteriormente, que me beneficiase o en la que personalmente tuviese interés.
El ayuntamiento estaría compuesto por los candidatos mas votados en dos vueltas, para poder discernir en la primera lo propio y en la segunda lo que prefiero de los dos mas votados.
Eso si que es posibilidad de elección.
Vayamos más allá e imaginemos que yo pudiese elegir a un candidato y a la vez que lo hago estoy votando a una comisión de ciudadanos, constituida proporcionalmente a los votos emitidos, que se encargará de velar porque dichos compromisos se cumplan. Sin no se cumpliesen, esa comisión tendría capacidad, por decisión de la mayoría de sus miembros, para apartar al candidato de su cargo y activar de esa forma el mecanismo de elección de otro.
De esa manera tan sencilla, se habría alcanzado la libertad política que estamos demandando los ciudadanos que queremos de verdad la democracia.
Esa es la auténtica libertad política donde nuestros representantes, elegidos por la mayoría, serían los auténticos representantes de la sociedad civil, atenderían a sus demandas y estarían controlados por esta para, en caso de incumplimiento, apartarlos de nuestra maltratada confianza.
Solo con esas normas debemos jugar.
Con las normas de esta oligarquía, tramposas y falsas, se promociona la falacia e institucionaliza la mentira; eleva al poder a personas irresponsables, incontroladas, sin independencia y con el monótono mensaje demagógico y estereotipado del partido político estatal.
No puede haber elección donde lo que se vota nos viene impuesto. La auténtica libertad no consiste, como pregona la propaganda oligárquica, que el ciudadano de a pie pueda elegir entre distintas opciones, sino que este pueda elaborar las opciones elegibles. Si son los candidatos los protagonistas de la acción política, los ciudadanos deberían poder elegirlos. Eso que parece de sentido común no se contempla en este régimen ni como hipótesis. ¿Por qué, entonces no se quiere ni hablar de la posibilidad de cambiar el sistema electoral, para que los ciudadanos podamos elegir candidatos en vez de partidos? ¿Por qué se limita la libertad politica que reclamamos a las élites de los burocratizados, oscuros y enigmáticos despachos de los partidos políticos?
No solo no debemos jugar así, sino que debemos exigir y luchar porque cambien las reglas, con algo tan fácil y pacifico como retomar los arrebatos de pequeñitos cuando en nuestros juegos infantiles, al observar el abuso descarado o la clara infracción del compañero, exclamábamos: ¡así no juego y además no te “ajunto”!.

miércoles, abril 18, 2007

HACIA LA DEMOCRACIA DIRECTA

En las antiguas ciudades-estado griegas, la democracia era directa, es decir, participada directamente por los ciudadanos con derechos políticos; aunque formaban una auténtica aristocracia política, su actividad se ejercía con poderes independientes y separados. El Arconte (rey) era quien gobernaba y la asamblea popular o Ecclessia (Atenas) era la encargada de aprobar las leyes que elaboraba la Bule, cuerpo consultivo para ayudar al rey. A la Ecclessia pertenecían todos los ciudadanos con derechos políticos.
Posteriormente, la soberanía se ejerció sin discusión por encargo divino en las personas de los monarcas absolutos hasta que los pensadores de la ilustración empezaron a hablar de contrato social (entre el soberano y la sociedad) y división de poderes.
Durante la Revolución Francesa, los ciudadanos pudieron comprobar que la soberanía se podía ejercer sin la persona del rey. Para cerciorarse bien de esto, le cortaron la cabeza.
A partir de entonces surge el problema de la representatividad de la actividad política. El parlamentarismo de los estados liberales y la actual partitocracia, se han mostrado soluciones insatisfactorias. El poder no es ejercido por los ciudadanos que deberían ser los auténticos amos, sino por grupos minoritarios que imponen sus normas en nombre de aquellos o de la nación.
Nunca hasta ahora desde los tiempos de la antigua Grecia, se había planteado la posibilidad de que los ciudadanos se gestionen directamente los asuntos públicos. Los avances tecnológicos, culturales, políticos y económicos experimentados en el mundo hacen imposible pensar en la democracia directa en la que el ciudadano, por turnos o sorteo, forme parte de las instituciones políticas como ocurría en la antigua civilización griega.
¿Cómo resolver eficientemente la representación de los ciudadanos para suplantar el ideal de su participación directa en las cuestiones políticas? Montesquieu en su Espíritu de las Leyes, decía que el pueblo que detenta la soberanía, debe hacer por sí mismo todo aquello que pueda hacer bien. Los ciudadanos tendrían que poder elegir directa y democráticamente a sus representantes y decidir (por la ley de las mayorías) las cuestiones que se plantean actualmente en los foros de decisión política (Cortes). En Europa, las consultas al pueblo (referéndum) parten como iniciativa de la autoridad y están limitadas a determinadas circunstancias especiales. Esto lleva consigo la parafernalia de convocatoria, fecha de celebración, redacción de la consulta, campaña, etc., que la convierte en una práctica ocasional y excepcional con respecto a la toma de decisiones que se produce de forma usual en el Congreso y Senado.
En EEUU y Suiza, donde existe libertad política, los refrendos pueden partir como iniciativa ciudadana.
Desde esta bitácora y desde la ALCD, hemos defendido el derecho ciudadano a organizar y decidir directamente en los asuntos públicos y hemos denunciado la usurpación que hace el poder político actual de este derecho.
El desarrollo tecnológico y la revolución de las comunicaciones acontecida en los últimos años (los teléfonos móviles, Internet, la televisión interactiva, etc.), hacen que no sea descabellado pensar en la posibilidad de la decisión directa de los ciudadanos en la política.
En España, actualmente hay más teléfonos móviles dados de alta que habitantes. El DNI electrónico de reciente implantación, junto a la integración de las tecnologías de Internet con televisión y la telefonía, hace que sea cuestión de poco tiempo la realidad de que con un simple programa informático, se pueda conocer la voluntad de millones de personas de manera casi instantánea.
¿Qué impedirá entonces que las votaciones que ahora se producen en el congreso, no se puedan realizar simultáneamente por los ciudadanos con derechos políticos? ¿Se replantearía, en consecuencia, la forma de representación política? ¿Qué sentido tendrían entonces la elaboración de listas de candidatos en las habitaciones oscuras de los partidos estatales?
Evidentemente siempre tendrá que haber una clase política profesional, para elaborar las leyes y custodiar su correcta aplicación, así como jueces profesionales que dirimen los conflictos surgidos. Pero no será poco que todas sus decisiones se voten por todos los ciudadanos cuando sea posible hacerlo a través del móvil, el ordenador o la televisión, igual que se decide, por ejemplo, el resultado de un festival o un concurso.
Eso es lo que llamamos democracia participativa que es el camino intermedio entre la democracia directa y la representativa.
El acercar la democracia al ciudadano, ejercerá un nuevo control sobre la clase política estatal, que ahora detenta en exclusiva la libertad política. Que el ciudadano pueda decidir sus representantes, que hasta hace poco era idealismo utópico, se contempla actualmente como una realidad alcanzable en poco tiempo.
Ya no habrá excusa entonces para que los ciudadanos no podamos tener nuestros representantes al margen de los partidos estatales. Y tampoco para que no podamos elegir nuestro presidente entre todos los españoles, indistintamente que vivamos en Albacete, Bilbao o Barcelona. Todo será rápido, eficaz y transparente.
Tampoco estará justificada la abstención del dominguero playero. Ya no hará falta el desplazarse a votar a ningún sitio, pues se podrá hacer desde cualquier lugar del mundo y en cualquier día de la semana.
Pero eso que aparentemente parece tan fácil, será muy difícil de conseguir porque a los okupas del estado, no les interesa esa música, por razones obvias. Se les acabaría el chollo.
En cuanto todos seamos conscientes del porqué de esa resistencia y cuando comprobemos que con las modernas comunicaciones, podemos movilizarnos masivamente en poco tiempo, las horas de los oligarcas estarán contadas.
Será nuestra oportunidad. Paciencia ciudadano, el tiempo y la tecnología juegan a nuestro favor.

domingo, marzo 04, 2007

LA LEY COMO JUSTIFICACION

La excarcelación de De Juana Chaos ha una honda conmoción social. Como si de un atentado terrorista se tratase, se han sucedido las manifestaciones espontáneas de ciudadanos, que protestan contra esta decisión de tintes políticos, disfrazada de acción humanitaria. Parece un sarcasmo hablar de humanismo hacia una persona que ha asesinado a sangre fría a 25 congéneres, sin haber mostrado la menor señal de arrepentimiento.
Esta decisión, atribuible al actual gobierno del régimen, deja en papel mojado las leyes contra el terrorismo y convierte en palabras huecas todas las condenas y promesas justicia que pronuncian los políticos después de los atentados mas crueles.
Este hecho, con ser gravísimo, no debe extrañar a los ciudadanos con conciencia crítica, que saben y comprenden como funciona el régimen que nos gobierna.
En este reino de los partidos estatales, la ley se hace como justificación y se cumple como y cuando se quiere y siempre en función de las circunstancias.
Y esto ocurre, primordialmente, por falta de libertad política.
Al no ser el poder legislativo representativo de los ciudadanos, al no tener responsabilidad los diputados ante sus electores, ni se hacen las leyes que demanda la sociedad ni se hacen con el objetivo primordial de tener que cumplirlas. Creo, personalmente que la legislatura del Sr. Zapatero es ejemplo elocuente de lo que trato de trasmitir.
Ya la Constitución no se cumple, porque se elaboró en secreto, de espaldas a los ciudadanos. En esta, entre otras cosas, se dice que los que hacen las leyes (poder legislativo), es decir, los diputados electos, no están sometidos a mandato imperativo (art.67.2). Por echar mano del ejemplo más reciente, tenemos la aprobación del estatuto catalán por todos los diputados del PSOE, cuando es pública y notoria la oposición al mismo de muchos de ellos, que tuvieron que pasar por las horcas caudinas de tener que votar a favor, por disciplina de partido.
En cualquier país sea cual sea el régimen que tenga, la opinión pública es muy importante. Las leyes no se pueden cumplir sin la aquiescencia de la hegemonía de la opinión pública. Bien lo saben los partidos políticos que cuando tienen duda de que una ley limitadora de derechos, va a tener aceptación popular, lanzan lo que se denomina “globo sonda”. Según la reacción de la opinión mayoritaria, deciden si realizan o no el proyecto.

Sin embargo, en un estado democrático con poder legislativo representativo de la sociedad y con separación de poderes, no haría falta esa legitimación de la obediencia a la ley, pues esta sería elaborada como encargo directo de la sociedad civil en aquel representada.
La garantía de que las leyes que se elaboran son aplicadas, lo garantizaría un poder ejecutivo (gobierno) cuyo presidente sería elegido por todos los ciudadanos de España.
La garantía de que no se elaboran leyes irrealizables, como ocurre ahora, la garantizaría un poder legislativo representativo de la sociedad civil.
La garantía de que las leyes se cumplen correctamente y a todos por igual, la custodiaría un poder judicial independiente e inflexible en su función de principio de cumplimiento de la ley.

Como resulta que ahora los diputados son elegidos por los aparatos burocráticos de los partidos políticos y son presentados a los ciudadanos en listas cerradas y bloqueadas, las leyes que se elaboran no corresponden a la demanda social y ciudadana, sino al meditado cálculo demagógico de dichos partidos para alcanzar la hegemonía electoral.

Como el poder judicial no es independiente, sino que está dirigido por cuotas de los partidos, pues el cumplimiento de la ley está condicionado por el poder ejecutivo (donde reside realmente la soberanía en la partitocracia) con su ariete en la persona del Fiscal General del Estado que mas bien es del Gobierno.
El ejemplo De Juana es ilustrativo. Como por 25 asesinatos los ha saldado con 20 años de cárcel cuado estaba condenado a más de 2000, la sociedad civil presiona mediante los medios de opinión, denunciando la impostura.
El poder judicial, dependiente del ejecutivo, primero intenta meter al asesino una desproporcionada condena por delito de opinión y luego, ante el desprestigio y desgaste que puede suponer un mártir nacionalista, es entonces el poder ejecutivo el que intenta arreglarlo presionando al poder judicial, para que rebaje la pena lo suficiente para poderla controlar en vía administrativa.

Como se puede observar siguiendo el hilo de la cometa, en este equilibrio de poderes el ciudadano está totalmente en fuera de juego y es lo que provoca, en última instancia, su indignación y su impotencia que le hace salir a la calle.

El cumplimiento de la ley no es un valor en este reino de lo relativo. Sed lex, dura lex es un concepto para académicos y juristas. Yo en mis tareas profesionales he visto como la elaboración de las leyes se realiza para justificar a la sociedad la regulación del objeto de las mismas. Luego resulta que la aplicación es muy difícil cuando no imposible. Lo malo de todo esto es que el no cumplir las leyes a sabiendas tiene un nombre, prevaricación y es un delito que conlleva penas de prisión.
Pero en el régimen que vivimos es normal hacer las leyes para no cumplirlas, sin temor a que los responsables sean vistos como prevaricadores, ni sean procesados, como se debiera.
La ley como justificación da lugar al juego de cumplirlas cuando interesa y no cumplirlas cuando no interesa o no existe presión para ello.
Esperemos, que como el pueblo español ya ha demostrado que no se chupa el dedo, esas protestas y esos encuentros colectivos le hagan recapacitar sobre las verdaderas causas que producen estos adefesios. Que no es mas que nuestra falta de libertad para elegir a nuestros representantes y deponerlos en casos como el que nos ocupa.
En nuestras manos está. No nos llamemos a engaño. Si queremos la libertad tendremos que ir a buscarla, arrebatándosela a quienes la detentan, que no son otros que los partidos políticos estatales. Claro que Rajoy nos redime diciéndonos que no somos súbditos, pero solo nos da derecho a que se nos explique. ¿Te parece bonito ciudadano?

martes, febrero 27, 2007

CARTA ABIERTA A JOSE MARÍA GARCIA

Estimado, admirado y honrado Jose María García:

He tenido ocasión de escucharte en la ya celebre entrevista que te realizó Jesús Quintero y que los hados del régimen suprimieron de un plumazo.
Para ello, he tenido que usar el único medio que existe en este país donde todavía hay libertad de pensamiento y expresión: Internet.
Te he visto preguntarte como es posible que en el Reino de las libertades, todavía esté vigente la censura. También, en un rasgo de ingenuidad impropio de tu experiencia, instas a Quintero, azuzando su dignidad, para que no justifique el adefesio.
Olvidas que este régimen tiene todo atado y bien atado, para que nadie se salga del redil.
La entrevista es natural, sincera, como siempre lo has sido tú y porta los hechos y las reflexiones suficientes como para definir el sistema político que estamos viviendo.
Recuerdo que hace poco en esta misma bitácora discutíamos sobre la corrupción mediática. Hubo un interlocutor que decía que no solo existía Polanco, que había muchos mas medios, quedando garantizada la pluralidad informativa y de opinión.
Pero los hechos son tozudos, como bien has tenido la ocasión de comprobar.

Los escritores que no cuentan con el beneplácito de la oligarquía editorial tienen que fundar su propia editorial o editar en el extranjero.
Todo el que disiente de los oligarcas sean del signo que sean, son tachados de “antisistema”, polemistas y apartados del pastel multimedia.
Muchos de los papeles estelares en el mismo son utilizados para tapar bocas o como premio de nepotismo o amoríos, como tu bien denuncias que ocurría en Telefónica Media.
Esta bitácora, por ejemplo, como muchas otras, está hecha con el fruto de mi tiempo libre, que no es mucho, pero sin la mas mínima remuneración. Estaría dispuesto a escribir lo mismo en cualquier medio nacional o local, sin cobrar ni un euro, pero no es posible.
Podrías argüirme que escribo horrorosamente y lo mas seguro que tengas razón, pero en la red hay algunos blog cuya calidad literaria e informativa es muy superior a muchos apartados de opinión de periódicos consagrados.

Tus denuncias, Jose María, son tan ciertas, como el refrán que dice “las verdades ofenden” y de ahí el tijeretazo. Además aquellas van dirigidas, en su mayor parte a un blanco (Aznar y el PP con los que colaboraste) que sería difícil entender, para quien considere que esto es una democracia, como la TVE actual no emite tu entrevista integra y en horario de máxima audiencia.
Pero, admirado, en esta oligarquía reina el lema tácito “hoy por ti, mañana por mi” que justifica el consenso político y es el padre de todos los pactos de silencio de este régimen.

Esta oligarquía política y financiera, es dueña absoluta de este país, detenta la soberanía, ha usurpado la libertad de acción de los ciudadanos y secuestrado su libertad política.
La opinión esta prefabricada, los medios de comunicación están a merced del poder financiero que controla la publicidad.
Como tú has tenido ocasión de comprobar, los periodistas profesionales que quieran ganarse la vida, ya saben lo que pueden y lo que no pueden hacer o decir. Se repite machaconamente que esto es una democracia y la gente, en general entre los que te cuento, se lo cree, a pesar que al ciudadano solo se le ofrezca la posibilidad de elegir entre varias listas cerradas de individuos anodinos, anónimos y en su mayoría mediocres, que se han elaborado en el hermético aparato burocrático de los partidos políticos.

Al final de la entrevista, querido Jose María, dices lo que yo tantas veces he pensado y es lo que me impulsa a mi a escribir en este blog; tengo las necesidades cubiertas, no tengo grandes ambiciones y solo me mueve a denunciar la verdad el afán de prestar un servicio a la sociedad civil, que vive en la manipulación y la mentira.

Nosotros, a través de la ALCD nos proponemos lo mismo, con la intención de que algún día los ciudadanos podamos decidir nuestra forma de estado y elegir de verdad a nuestros gobernantes y también deponerlos cuando no cumplan nuestro mandato.

En nuestra organización necesitamos gente como tu, José María, que no tenga sordina en la denuncia, que sea claro y entendible en la comunicación e incombustible al desaliento.
Y creo que tú también necesitas de nosotros, porque la oligarquía te intentará arrinconar y hacer la vida imposible। Esto lo describes magníficamente en la denuncia que haces en la entrevista, del intento de apartar al malogrado Antonio Herrero.

Como náufrago, junto a unos cuantos tan perdidos como yo, lanzo este mensaje a la inmensidad del océano, con la esperanza de que algún día llegue a tus manos o a personas como tú y así ayudarnos a ponernos a salvo। Los ciudadanos y la sociedad en general nos lo agradecerán.

Tuyo, afectísimo, Luis Alonso Quijano

sábado, febrero 24, 2007

EL AGUJERO NEGRO DE LA ABSTENCIÓN

Como ya escribí en esta bitácora sobre las elecciones catalanas, no voy a repetir los mismos argumentos, que prueban irrefutablemente que la clase política en este país, no solo no es representativa de la sociedad civil, sino que está alejada de sus demandas y necesidades reales. Las apuestas políticas priman por intereses partidistas y se basan en la demagogia, no en las peticiones de los ciudadanos, a los cuales se les ha anulado totalmente su iniciativa y libertad política.
Conviene detenerse un poco en el significado de la abstención para nuestros dirigentes.
Chaves, político de lo mas puro del felipismo y oligarca por antonomasia, mantiene sin rubor, que el referéndum constituye un “éxito sin paliativos”. Se basa en que la confianza de los votantes en el triunfo final del sí les hizo prescindir de su participación en las urnas.
Por supuesto, todos los medios de comunicación mencionan la elevada abstención pero no la representan, gráficamente, en su justa medida.
Si parece absurdo que los electores se queden en casa, sin votar esperando que los demás aprueben por mayoría algo que desean de verdad, mas lo es todavía decir que el estatuto se ha aprobado por la mayoría porcentual de mas del 80%.
Está claro que mientras los ciudadanos de esté país nos traguemos esos sapos de la propaganda oficial, vengan de sus dirigentes o vengan de la prensa oficial subvencionada por los oligarcas, habrá que pensar que es cierto el tópico de “tenemos lo que nos merecemos” .

No hay que ser un lince para darse cuenta que una participación del 36%, junto a una abtención técnica (votos en blanco mas nulos) estimada en el 10%, da una participación real del 26%. Aunque de ese 26%, el 87% de su aprobación, el respaldo es de un pírrico 23% del censo total. Si eso es un respaldo incuestionable, que venga Dios y lo vea.

En mi modesta opinión, pienso que los dirigentes que justifican esas cifras participativas, lo dicen para justificar lo injustificable, pero no son sinceros con su conciencia. Desafían las leyes de la naturaleza social y cívica que no está en sintonía con sus proyectos. Esa mayoría social que no ha refrendado estos monstruitos de estatutos, es la que tiene que mirar otras alternativas a estos políticos que ya desde la transición construyeron las reglas de juego a sus espaldas.
Esa ceguera política de nuestros oligarcas, sin duda, acabará pasando factura al régimen, al igual que ocurrió hace un siglo con la otra Restauración oligárquica de 1876. Su agotamiento se producirá por la indiferencia de la sociedad civil, que buscará otras formas de satisfacer sus inquietudes políticas al margen e estos partidos de burócratas subvencionados por el Estado.
Desde luego, la mejor alternativa es la acción ciudadana exigiendo que le sea devuelto lo suyo, es decir, la capacidad de canalizar la acción política y la capacidad de participar en ella, bien eligiendo y deponiendo a sus gobernantes o bien decidiendo directamente sobre sus verdaderas necesidades y demandas।

Al igual que un agujero negro espacial evoluciona por colapso sideral engullendo todo lo que hay a su alrededor hasta que cuando crece lo suficiente atrapa también la luz (de ahí su nombre), la abstención amenaza con convertirse en el agujero negro de esta partitocracia, de la que esperemos no quede ni rastro después de dos elecciones como estas.

domingo, febrero 04, 2007

LA CIUDADANÍA LLAMA A LA PUERTA

Es curioso comprobar como estamos viviendo un auge, explosión diría yo, de fuentes de opinión personales en los distintos blogs que prodigan por la red, contrarios y disconformes con el actual sistema político español. Es señal de que la prensa en este país no goza de auténtica libertad de expresión, ya que solo es viable con la ayuda institucional de la oligarquía política y no podemos leer opiniones como estas o parecidas.


Nuestro impetuoso Manuel Lissen, los ha recopilado de la siguiente manera:


PLATAFORMAS:
(Democracia Participativa) http://www.democraciaparticipativa.net/
(Más Democracia) http://masdemocracia.org/
(Andaluces por el cambio) http://www.andalucesporelcambio.com/

MOVIMIENTOS CÍVICOS
(Comisiones cívicas) http://www.pactoccivicas.org/site/
(Ciudadanía y libertad) http://www.argumentoslibertad.org/
(Convivencia cívica catalana) http://www.convivenciacivica.org/
(Ciudadanos para la libertad) http://www.ciudadanosparalalibertad.org/_sgg/f10000.htm

FOROS
(Alianza universitaria para el debate político) http://www1.universia.net/CatalogaXXI/pub/ir.asp?IdURL=90904&IDC=10060&IDP=VE&IDI=1
(Foro Ciudadano Ciudad de Murcia) http://www.forociudadano.org/
(Foro Andaluz) http://foro.foroandaluz.es/
(Tercera Vía) http://www.terceravia.com/
(Ciudadanos en la Red) http://ciudadanosenlared.blogspot.com/

ASOCIACIONES POLÍTICAS
(Ciudadanos agobiados y cableados) http://www.freewebs.com/eleccionesmarzo/
(Democracia Directa Digital) http://www.d-3.info/democracia/index.phpndex.php
(Escaños Vacíos) http://usuarios.lycos.es/escanos_vacios/

BLOGS (**)
http://foro-liberal.blogspot.com/
http://gonzalez-zorrilla.blogspot.com/
http://cronicasbarbaras.blogs.com/
http://blogs.periodistadigital.com/lorenzoabadia.php
http://wonkapistas.blogspot.com/
http://scriptor.typepad.com/
http://malvasiablog.blogspot.com/index.html
http://criterio.e-dazibao.com/
http://blogs.periodistadigital.com/crisishoy.php
http://www.aromeo.net/
http://oureligionisfreedom.blogspot.com/
http://blogs.periodistadigital.com/tamames.php
http://democraciapura.blogspot.com/
http://www.deugarte.com/
http://luisrull.blogestudio.com/
http://blogs.periodistadigital.com/fernandezarribas.php
http://www.daniel-innerarity.net/
http://www.democracia-real.org/html/index.php
http://blogs.ya.com/niconmigonisinmi/
http://www.lacoctelera.com/vivalademocracia



Nosotros estamos intentando confluirlos a todos en el ALCD, para así unificar esfuerzos y conseguir un frente común que sea capaz de conseguir, al menos, doblar la rodilla a los oligarcas y forzar un cambio político que permita organizar en España, la forma de estado y de gobierno que quieran sus ciudadanos.

Resulta chocante que dentro de las opciones políticas de dos países como EEUU y Francia donde hay mas controles democráticos que aquí (recordemos que en ambos se eligen los candidatos con voto mayoritario, no como aquí, con voto proporcional), están de moda dos mujeres que amenazan con la supremacía política varonil en ambos países.
Pero lo que mas llama la atención es lo que tienen en común. Ambas poseen páginas de Internet que admiten participación ciudadana libre. Y también proponen cambios políticos que permitan un mayor participación ciudadana en las decisiones políticas, aprovechando las nuevas tecnologías.
Es lógico pensar que el extraordinario éxito de ambas damas, no se deba solo a su belleza física, pues bellas ha habido en todas la épocas, sino a la propuesta de mayor participación política de los gobernados en lo asuntos de estado.
Porque solo EEUU y Suiza tienen una constitución hecha por sus ciudadanos y con controles democráticos. Si se quiere un poco degenerados por la oligarquía financiera, pero regenerables.
Los demás países tenemos lo que nos han dejado los que a lo largo de la evolución histórica han detentado el poder, birlándoselo a su auténtico dueño, el pueblo soberano.
Estamos de enhorabuena, por tanto, que haya dos mujeres dispuestas a devolver al pueblo lo que le pertenece, es decir, la capacidad de decisión política del ciudadano, cuya base debe ser su libertad política.
Evidentemente, en España, falta mucho trecho para que alguien de ese paso, pero somos todos nosotros unidos, con una sola voz, los que tenemos que exigirlo.
Para ello debemos emplear el arma de moda para la promoción de ideas, que tan bien se les da a ambas damas, la red de Internet.
Juntémonos, pues y reclamemos lo que es nuestro.
Basta ya de usurpar, basta ya de que por ambiciones políticas con reglas trucadas, la sociedad civil no pueda decidir en asuntos de estado, como el fin del terrorismo y la organización territorial. Basta ya de que se quiera escuchar y ceder a una panda de asesinos y pistoleros y se ningunee y/o ignore la opinión del ciudadano honrado. Basta ya que unos cuantos impresentables con información privilegiada, se forren impunemente, mientras que el resto tiene que ganarse la vida con su trabajo.
El pueblo, ese gran león dormido, tiene que reaccionar a todas esas injusticias y además reclamar algo que le pertenece: su libertad para organizar el poder como decida.